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Tonalá.- El miedo al COVID-19 ha pegado duro al sector turístico y para muestra un botón: Puerto Arista es una playa fantasma.
Los dueños de los negocios indicaron que, a pesar de que ha llegado uno que otro turista local, nacional, incluso del extranjero, están a punto de cerrar porque la situación es crítica y podría ser peor en Semana Santa, considerada una temporada alta.
Según lo reportado por diversas agencias de viajes y de turismo a nivel regional, tanto la ocupación hotelera como el consumo en restaurantes ha decrecido a niveles preocupantes, llegando al 90 por ciento, lo que hace incosteable seguir trabajando.
El fenómeno de Puerto Arista, en Tonalá, seguramente se está viviendo de la misma manera en otras partes de Chiapas.
(Con información de Francisco del Porte)
