CIRO CASTILLO
Siguen y seguirán las secuelas de la “liberación” del extitular de la Sedena, Salvador Cienfuegos, quien el miércoles ya durmió en su casa, tras arribar al Aeropuerto de Toluca a las 18:40 horas.
El caso fue polémico desde su detención el pasado 15 de octubre en el aeropuerto de Los Ángeles, California, en Estados Unidos, porque se trataba del exsecretario de Defensa en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Un mes después, también ha resultado inédito y controversial porque nunca antes el país de las barras y las estrellas había desistido de una serie de acusaciones contra un acusado.
¿Qué fue lo que motivó a la Fiscalía de Estados Unidos a levantar los cargos contra uno de los hombres más poderosos en el sexenio pasado?
¿Qué hizo que el gobierno mexicano defendiera, con uñas y dientes, al general, quien, eso sí, nunca aceptó los cargos que se le imputaban?
¿Realmente hubo un enojo generalizado de los altos mandos militares y eso obligó a Andrés Manuel López Obrador a poner a chambear a su hombre de confianza, Marcelo Ebrard?
¿Qué le dijo Marcelo Ebrard al gobierno norteamericano para convencerle de que tenía que dejar “en libertad” a quien fuera comandante de la Séptima Región Militar en Chiapas?
¿En verdad México amenazó a Estados Unidos con expulsar a agentes de la DEA o el regreso del General Cienfuegos a territorio mexicano fue el último “regalito” de Donald Trump a AMLO?
En la conferencia mañanera del jueves, elPresidente de México defendió la actuación de la 4T en el caso del extitular de la Sedena y pidió a los que han expresado inconformidad en las “benditas redes” que le tengan confianza.
Tanto él como Marcelo Ebrard, su operador estrella, negaron de nuevo una negociación “en lo oscurito” con el saliente gobierno yanqui ni tampoco que se haya defendido a una persona, sino a la dignidad del país.
El Canciller mexicano y López Obrador aseguraron que la Fiscalía General de la República investigará a Salvador Cienfuegos; sin embargo, lo único que queda claro hasta ahora es que la justicia en México no se aplica parejo. Todos rabones…
MANO FIRME A NORMALISTAS
Qué pasaría si a cualquier ciudadano se nos ocurriera, juntarnos con unos amigos y retener un camión de la Coca Cola, por ejemplo.
Seguramente, y es su obligación, la policía nos “caería” de inmediato y nos pondrían tras las rejas.
¿Entonces de qué privilegios gozan los normalistas, de Chiapas y del país, para bloquear vías de comunicaciones, tomar casetas de cobro y retener unidades que transportan mercancías para empresas como OXXO?
Todo el miércoles, La Pochota estuvo bloqueada por un grupo de normalistas de la Mactumatzá y fue hasta la madrugada del jueves que nos hicieron “el favor” de levantar su movimiento.
Afortunadamente funcionó el diálogo, porque si hubiera intervenido la policía para desalojarlos, entonces ellos habrían argumentado represión.
En Michoacán, sucedió algo parecido en las últimas horas: 66 normalistas fueron detenidos por causar daños en una caseta de cobro y también varios han sido expulsados de sus escuelas. Claro que tienen razón; si vivimos en un país donde siempre peleamos igualdad. Entonces, todos coludos o todos rabones…
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