CIRO CASTILLO
No es por echar grilla pero lo peor que le podría suceder a Tuxtla Gutiérrez es que Willy Ochoa sea, primero candidato y luego, taaaalvez presidente municipal.
Un hombre que se prestó a la farsa de ser gobernador por una semana, para que Manuel Velasco Coello no perdiera su senaduría, no tiene escrúpulos.
Lo peor, Ochoa Gallegos, quien ha hecho su fortuna con el outsorcing, no es alguien confiable.
En el PAN, donde tienen la decisión final del candidato a la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez, lo saben, y por esa razón ahora son un manojo de nervios.
Una encuesta, cuyos datos no han sido revelados, habría indicado que efectivamente Willy Ochoa es más conocido (no por nada ha gastado carretadas de dinero) que Emilio Salazar Farías, el otro contrincante. El problema para la decisión del blanquiazul es que los negativos del que “fue Gobernador provisional de Chiapas durante 7 días(así dice Wikipedia)” son demasiados.
Este martes, cuando se anunciaron las precandidaturas de la coalición PAN, PRD y PRI, los seguidores de Ochoa suspiraron porqueconsideran que ya tienen en la bolsa la candidatura a la alcaldía tuxtleca.
A pesar de que Emilio Salazar ya aparece como “precandidato” y él mismo dijo que hará lo que sabe hacer, ganar elecciones, en el PAN Municipal, Estatal y Nacional, todavía tienen muchas dudas.
Saben que, Willy Ochoa, segurito les dará una puñalada por la espalda cuando sea candidato y si es que se diera la posibilidad de que gane la alcaldía.
Si Emilio Salazar no va por Tuxtla más les vale a los tuxtlecos optar por Carlos Morales Vázquez, quien ha realizado una destacada labor o porMarcelo Toledo, quien es el otro contrincante en la interna morenista.
Por ahora, los panistas tienen la última palabra y tienen la obligación de decidir bien para que no postulen a un hombre sin escrúpulos…
ASÍ CÓMO
Precisamente, la coalición Va Por Chiapas presentó a sus virtuales candidatos a una diputación federal.
La lista muestra que, no hay mucha tela de dónde cortar, salvo por algunos experimentados como Emilio Salazar Farías y José Antonio Aguilar Bodegas; éste último convertido en ajonjolí de todas las campañas.
Mario Carlos Culebro Velasco, Roberto Aquiles Aguilar Hernández y Carolina Calvo Chacón son algunos de los nombres que aparecen y, demuestran, que son pan con lo mismo.
Es el viejo PRI el que quiere seguir reinando en Chiapas, a pesar de que la gente ya les dijo que no varias veces.
Una vez le preguntamos a un dirigente priísta si ya habían aprendido la lección, pero queda claro que no.
Por eso Morena (de la mano de AMLO) les ganó en 2018 y por eso podría volver a arrasar, porque son los mismos nombres y los mismos apellidos de siempre…
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