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En entrevistas concedidas a noticieros nacionales, el secretario de Seguridad, Alnfoso Durazo Montaño, reconoció que lo sucedido en Culiacán, Sinaloa, es el resultado de un operativo mal planeado.
Reconoció que la captura de uno de los hijos de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo” fue un desastre y un operativo fallido, aunque estimó que las autoridades podrán recomponerse para completar su detención en un futuro.
Con la voz “quebrada”, al conceder a una entrevista a Radio Fórmula, el titular de Seguridad aceptó que se subestimó el poder de la delincuencia organizada en Culiacán, Sinaloa.
“Que esta opción, la opción de continuar con el operativo del día de ayer hubiese implicando un altísimo, inadmisible riesgo de bajas entre la población civil”, indicó desde la ciudad donde ocurrieron los hechos, de acuerdo con Excélsior.
“Vamos a ganar el desafío de la paz, pero no convirtiendo a México en un cementerio mayor al que ya ha sido por bastantes años, nos enfrentamos a grupos delictivos despiadados y con enorme capacidad para ejercer una violencia sin límites”, prosiguió el funcionario federal.
De acuerdo con diversos reportes de medios informativos, una vez capturado Ovidio Guzmán López, “su gente” reaccionó con balaceras en la Secretaría de Seguridad Pública, en la Novena Región Militar, en un complejo del Ejército y unos 19 bloqueos.
Durazo, en todo momento, rechazó que el gobierno mexicano haya negociado la entrega del hijo del capo mexicano, Joaquín Guzmán, meses atrás juzgado y sentenciado en Estados Unidos.
(Con información de Gaceta Mexicana.Com)
