CIRO CASTILLO
Nos cuentan que en el Congreso del Estado de Chiapas ya está bastante planchadito el aterrizaje de la Ley de Educación federal, la misma que provocó tremendo alboroto en Puebla, donde el gobernador morenista, Miguel Ángel Barbosa, incurrió en otra de sus “barbosadas”.
El Artículo 25 de esa legislación fue el que causó temor entre los dueños de universidades particulares de “la tierra del camote”, pues dejaba entrever la intención del gobierno de expropiar, algo así como unos 3 mil 500 inmuebles desde preescolar hasta universidad.
Él mismo, tuvo que salir a negar que eso sea cierto, pero mientras son peras o son manzanas, los dueños de universidades en Puebla y en muchos estados del país, pusieron sus barbas en remojo.
Sería como una regresión a los viejos tiempos del PRI (esa es la acusación que frecuentemente se hace a algunos integrantes de Morena) cuando de expropiaron sectores como el energético.
En el caso de Chiapas, nos cuentan, en el Congreso del Estado la redacción viene distinta a la poblana y, aunque se plantea una armonización con la Ley de Educación federal, no deja opción para dobles interpretaciones y malentendidos…
PARTICULARES COMO ARROZ
En Chiapas hay unas mil 500 instituciones particulares, pues éstas se han multiplicado en los últimos 20 años porque, evidentemente hay negocio.
Ya no solo coexisten las más conocidas como la Universidad Salazar, sino otras tantas, entra las cuales no podemos negar que hay de chile, de dulce y de manteca.
De acuerdo con las disposiciones de la nueva reforma educativa, éstas deben someterse a una armonización y “formar parte del sistema educativo”, es decir, laborar parecido al sistema público.
Calidad, currícula y fijar precios de acuerdo con el mercado al que intentan llegar, serán algunas de las libertades que tendrán las instituciones particulares en Chiapas, sin que se incurra en una actitud punitiva como en la que se cayó en Puebla, donde terminarán por llegar hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Ahora bien, ya que andaremos en la nueva reforma en materia educativa, no estaría de más que las autoridades apretaran un poco las tuercas, pues así como hay escuelas particulares que cuidan su calidad abundan las patito que seguramente han sido toleradas desde la Secretaría de Educación, y no decimos que desde ahora, sino de sexenios atrás.
Así como hay escuelas particulares que proporcionan hasta becas a los alumnos, existen muchas que únicamente se han aprovechado de las deficiencias del sector educativo público y lucran todo lo que pueden.
BUSCAPIÉS
Parece que algunos integrantes de Morena andan lanzando buscapiés, como si solamente quisieran provocar humo y algo de ruido.
Pasó con el presidente de Morena, quien planteó que el INEGI entrara a los domicilios de todos los mexicanos para medir la riqueza.
Pasó con otra propuesta morenista respecto a que los recursos de las Afores queden en manos del gobierno mexicano únicamente.
Pasó también con la reciente “Ley Nahle”, la cual sí fue aprobada y prácticamente deja fuera a todas las empresas privadas que generaban energías limpias o estaban por generarla y ya tenían contrato.
El último de estos buscapiés pareció ser la ley educativa en Puebla, con la que Miguel Barbosa quiere regresar a los tiempos de las expropiaciones…
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