CIRO CASTILLO
Andrés Manuel López Obrador resultó ser todo un especialista en sacar jugo a las distintas situaciones que ha enfrentado a lo largo de su larguísima carrera política, que comenzó en el PRI, siguió en el PRD y aterrizó en Morena.
El más claro ejemplo de cómo exprimir una situación es el avión presidencial, cuyo tema abordó desde que estaba en campaña.
Quién no recuerda esa frase de que el avión presidencial de México no lo tenía ni Obama, lo cual no era cierto, pero así se lo hizo creer a millones de mexicanos que, seguro lo siguen creyendo. El avionazo…
UN DOLOR DE MUELAS
AMLO, quien ha mencionado unas 130 veces el tema del avión presidencial durante su conferencia matutina, prometió que al llegar a Palacio Nacional lo pondría en venta.
Además, dijo, no se subiría en él porque era un insulto para más de 50 millones de mexicanos que jamás se han subido y seguramente no se subirán a un avión en toda su vida.
Efectivamente, en cuanto llegó, AMLO puso en venta el avión presidencial y, a pesar de que la transacción no se ha concretado porque es muy difícil encontrar comprador para esta aeronave que vale unos 120 millones de dólares, le sigue sacando provecho político a su promesa.
El TP-01 o “José María Morelos y Pavón” fue enviado a Estados Unidos para ponerlo en una “vitrina” y a ver si así le salía comprador, pero después de más de 20 meses, regresó al país.
Muchos creyeron que el regreso al hangar presidencial era una especie de derrota para el Presidente de México; sin embargo, él volvió a mostrar el colmillo y lo puso en el tema de conversación durante su conferencia mañanera de este lunes, donde no quiso que se hablara más que del asunto.
Además de relanzar la “rifa del avión presidencial” que no entregará un avión, sino 100 premios de 20 millones de pesos cada uno, López Obrador volvió a utilizar la aeronave fabricada por la compañía Boeing como un ejemplo de la corrupción y el “lujo” innecesario.
Como un “exceso” del período neoliberal definió a este avión que fue utilizado unas 30 giras internacionales antes de ser “bajado” en el gobierno de la 4T, quien prefiere tenerlo varado y gastar en su mantenimiento.
AMLO, obvio así sería, no se subió ni a mostrar el avión, pero sí permitió que los medios de comunicación dieran rienda suelta a sus crónicas de los lujos que tiene el avionazo…
AVALANCHA CONTRA ZOÉ
Empiezan a calmarse las aguas luego de unaandanada de críticas contra el director general del IMSS, Zoé Robledo, tras el accidente en el que se vio involucrado hace unas dos semanas.
Queda claro que muchos vieron a este percance automovilístico como el momento adecuado para atacar a uno de los que pintan para 2024 y le trataron de colgar culpas cuando la investigación de la FGE todavía estaba en marcha.
Se entiende el dolor de los familiares, pero no que se utilizara el hecho de manera morbosa y, para lo que pareció ser hasta una campaña orquestada contra el titular del IMSS, a quien el propio fiscal del estado, Jorge Llaven, aclaró no se está defendiendo ni encubriendo pues tampoco era directamente responsable…
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