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Cafetaleros de Chiapas logró su tercer triunfo como local, al doblegar a Club de Ciervos, en duelo correspondiente a la jornada ocho del torneo disputado este domingo por la tarde en el Víctor Manuel Reyna, el cual concluyó con marcador de dos goles a cero.
Obligado a emparejar su estadística con el resto del grupo 2, Cafetaleros saltó a la cancha con algunas modificaciones, pues Aldo Monzonis no alcanzó a recuperarse y su lugar en el once titular fue ocupado por Alexis López, quien junto a Yair Castillo fueron los encargados del ataque en el conjunto “aromático”
Y así arrancó este duelo, en el que los de casa comenzaron a buscar el marco rival y cerca estuvo, cuando Christian Ocaña anotó, pero el auxiliar vio fuera de lugar y calló el grito de gol, pero ya estaba el mensaje listo, Cafetaleros buscaba la ventaja y no iba a tardar en encontrarla.
Fue al minuto 21 cuando una buena jugada elaborada entre Cristian Ocaña e Iván Cueto terminó con un centro donde Yair Delgadillo se levantó para conectar con la cabeza y abrir el marcador.
Después, Club de Ciervos quiso tratar de evitar un daño mayor, porque Cafetaleros volvió a su acostumbrado juego, por un lado con Roberto Carlos Meneses y con Iván Cueto por izquierda, llegando en varias ocasiones, pero con poca efectividad, transcurriendo así la primera parte del compromiso.
Ajustó Miguel Casanova en la segunda mitad, obligado por una dolencia física de Alan Hernández, que salió para el ingreso de Aldo Melgar para cubrir esa parcela y después, puso a Fernando Escalante por el sector izquierdo, para que el equipo fuera al frente y Julián Barajan encontró los espacios, manejó los hilos, hasta que Alexis López encontró buena posición para rematar con la cabeza y poner el segundo de la tarde, entre dos defensas, alcanzó a ganar la posición y anotar el segundo de la tarde.
No dudó Cafetaleros en continuar atacando y buscando la portería rival, pero le faltaron milímetros para alcanzar la ventaja, como lo fue en un disparo de Yair Delgadillo que pegó en el larguero o una buena pared que dejó a Ocaña mano a mano con el portero, pero la buena intervención del cancerbero evitó que el daño fuera mayor.
