Ciro Castillo
La tarde del sábado se llevó a cabo el último informe de Manuel Velasco Coello como gobernador sustituto de Chiapas, y nuevamente se demostró que el final de este sexenio está completamente descompuesto.
El primer mandatario verdecologista de un estado del país terminará su gobierno, como se dice coloquialmente a jalones y estirones.
Ese día hubo tres frentes de protestas, las cuales muestran que la política interior es un desastre y que este gobierno se ha forzado hasta el cansancio.
TRES FRENTES JUNTOS
Trabajadores de Salud encabezados por el eterno Víctor Hugo Zavaleta y la dirigente estatal, María de Jesús Espinoza, llegaron para expresar su descontento con la situación que prevalece en el Sector Salud.
La queja, la misma: pagos atrasados y promesas sin cumplir, así como el gran desabasto de medicamentos, equipos e insumos básicos para atender a la población.
Otro frente fue conformado por desplazados que intentaban hacerse escuchar, porque tampoco han tenido una respuesta concreta a sus demandas.
Un tercer frente, que forma parte de un problema general en el sector educativo, estuvo integrado por estudiantes normalistas que intentaron vandalizar la zona, donde muchos negocios tuvieron que cerrar, por miedo.
La reacción vino entonces de parte de los policías estatales, quienes usaron gases “pimienta” para esparcir a los inconformes. La mayor refriega ocurrió con los supuestos estudiantes normalistas.
Rechazamos cualquier acción violenta, expresó el secretario general de Gobierno, Mario Carlos Culebro Velasco, en un comunicado.
De algún modo tiene cierta razón, pues cualquier manifestación violenta conlleva una respuesta firme, con el uso de la fuerza.
Por el otro lado, y es lo que no se dice, las expresiones de inconformidad muestran que el gobierno verdecologista está concluyendo “a jalones y estirones”.
“Se aplicó operativo disuasivo para replegar a un grupo violento de desplazados y normalistas, y trabajadores de Salud, que agredieron a la policía en inmediaciones del Palacio de Gobierno”, indicó la Secretaría de Gobierno.
Se hicieron populares en redes los videos de diversos medios de comunicación que dieron cuenta de la refriega, así como la detención del integrante de la dirigencia sindical del sector salud, Víctor Hugo Zavaleta, quien, trascendió, este domingo habría quedado en libertad…
LA BATALLA POR LA UNACH
Al final se inscribieron 23 aspirantes a la rectoría de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach). La batalla debe concluir el 30 de noviembre, para que el cuatro de diciembre se le tome la protesta a quien deberá tomar las riendas de la máxima casa de estudios del estado.
Hay varios que puntean la larga lista para ocupar un cargo que es de suma importancia para el desarrollo de Chiapas. La Unach ha dado y seguirá dando manojos de profesionistas de gran calidad.
Jorge López Arévalo, porque tiene el apoyo de los académicos, es uno de los candidatos más fuertes.
Enoc Hernández Cruz, a quienes muchos han criticado, también es fuerte porque cuenta con el apoyo del gobernador saliente y porque es un personaje que ha demostrado que sabe bailar al son que le toquen.
Tampoco se puede descartar a Leticia Alfaro, director de la Universidad Virtual, ni a Luis Morán Villatoro coordinador del Ceune y, dicen o al menos se presume, forma parte del equipo del Rector saliente.
Carlos Natarén Nandayapa, quien tendría el apoyo de Hugo Armando Aguilar y Jaime Valls Esponda, es otro de los nombres a seguir.
La decisión que tendrán que tomar los integrantes de la Junta de Gobierno (Rafael Chirino Ovando, Gerardo Chávez, Alejandro Guillén, Flor de María Culebro y Rafael Burgos) no será sencilla. Tampoco podemos cerrar los ojos y decir que detrás de un nombramiento de este tipo no hay intereses políticos.
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