CIRO CASTILLO
No sabemos si Andrés Manuel López Obrador se siente un hombre tocado por la mano de Dios.
De hecho, el único que lo sabe es él y su círculo más cercano; sin embargo, lo dicho por el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, en la mañanera del lunes, pareció sugerir eso y dejó mal parados a ambos, principalmente porque estamos en medio de una pandemia donde una de las recomendaciones básicas es dejar de saludar.
Ya lo dijimos y lo volvemos a decir, por aquello de que se piense que somos de los que quieren que le vaya mal a la 4T: Hugo López-Gatell es un experto en materia de salud con muchas tablas.
Había manejado de manera pulcra la comunicación respecto del COVID-19, hasta que resbaló en tremenda cáscara de plátano.
No sabemos por qué lo hizo. Quizá porque le tiene temor a su jefe. Quizá porque quiere quedar bien con el Presidente de México. Quizá ser la única voz autorizada para hablar del nuevo tipo de coronavirus en el país, le ha mareado.
Sugerir que el mandatario mexicano no dejará de realizar sus giras y saludar a la gente porque tiene gran fuerza moral es como elevarlo a un rango de divinidad, lo cual no sirve ni a la 4T ni a los mexicanos. Endiosado…
EL RESBALÓN
Aquí ponemos la transcripción completa de lo dicho por el Subsecretario de Salud en la mañanera del lunes. El texto fue tomado textual de la página de Presidencia de la República, solo para dejar claro de qué tamaño fue la metida de pata de Hugo López-Gatell, quien el martes, un poco para salir al paso, dijo que se abocará a la explicación técnica y culpó a los medios de querer sacar raja:
HUGO LÓPEZ-GATELL RAMÍREZ: “Desde el punto de vista técnico, el señor presidente tiene dos connotaciones, y técnico me refiero al manejo integral de una epidemia como un fenómeno social.
El primero es que es una persona, y como persona hay que respetarla igual que a todos, y todos sus derechos de privacidad, nadie tiene por qué estar acosando al señor licenciado Andrés Manuel López Obrador como persona, esa es su privacidad y también él tiene todo ese derecho, aunque sea una figura pública.
Segundo, hay una connotación también técnica, va a un poco más allá de lo médico, pero es parte de la salud pública, que es cuidar al jefe del Estado igual que a otro personal estratégico y eso también es responsabilidad nuestra, pero los mecanismos no son el andar haciendo recomendaciones generales para que aterricen en el presidente, eso tiene otros mecanismos.
Y afortunadamente él goza de buena salud y aunque pasa de los 60 años no quiere decir que es una persona de especial riesgo.
Le voy a decir una cosa muy pragmática: casi sería mejor que padeciera coronavirus, porque lo más probable es que él en lo individual, como la mayoría de las personas, se va a recuperar espontáneamente y va a quedar inmune y entonces ya nadie tendría esta inquietud sobre él.
HUGO LÓPEZ-GATELL RAMÍREZ: La fuerza del presidente es moral, no es una fuerza de contagio, en términos de una persona, un individuo que pudiera contagiar a otros. El presidente tiene la misma probabilidad de contagiar que tiene usted o que tengo yo, y usted también hace recorridos, giras y está en la sociedad. El presidente no es una fuerza de contagio.
Entonces, no, no tiene por qué ser la persona que contagie a las masas; o al revés, como lo dije antes, o al revés.” Endiosado…
AMOR Y PAZ
AMLO prefirió no confrontarse con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien ha dado muestras de ser un “niño rico” al que le faltan tablas políticas y educación.
El mandatario salvadoreño ordenó impedir que un avión de Avianca, presuntamente procedente de México y con 12 pacientes con COVID-19, aterrizara en su país.
La noticia resultó ser falsa. No hubo tal avión con pasajeros enfermos; sin embargo, Bukele atacó a las autoridades mexicanas, las mismas que le tendieron la mano para contener la migración aplicando 30 millones de dólares con el programa social Sembrando Vida. Endiosado…
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