CIRO CASTILLO
Varias veces, Andrés Manuel López Obrador ha machacado respecto de la democratización de los sindicatos en México.
Y no crean que solamente se trata de un asunto de voluntad, sino de que, en el tratado comercial refrendado por nuestro país con Estados Unidos y Canadá, este es uno de los compromisosprincipales.
También la democratización sindical forma parte de los acuerdos con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y, aunque al Presidente a veces le importa poco lo que digan estos organismos, la transparencia en los sindicatos no puede esperar.
Uno de los más importantes es, sin duda, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el cual sigue “secuestrado” por Alfonso Cepeda y una pequeña burbuja.
Este grupo es el mismo que traicionó a Elba Esther Gordillo, quien se diga lo que se diga, terminó en prisión en el sexenio de Enrique Peña Nieto porque defendió a su gremio y no se quiso someter.
La misma camarilla a la que perteneció Juan Díaz de la Torre es la que junto con Aurelio Nuño, en la SEP, traicionó a las maestras y maestros, pero ahí continúan.
Fue este grupo que se aferra a soltar la dirigencia del otrora sindicato más poderoso de América Latina, el que ayudó a imponer “a garrotazos” la que fue llamada Reforma Educativa.
Aunque AMLO ha expresado que le gustaría estar en primera fila cuando venga la elección del SNTE, para atestiguar que será un proceso con voto libre, directo, secreto y universal, hasta ahora le han ignorado.
No estaría de más que el Presidente de México le metiera un acicate a las titulares de la Secretaría de Gobernación y Secretaría del Trabajo, pues son ellas quienes debieran empujar esta renovación sindical del SNTE, además de doña Delfina Gómez, quien como maestra que fue, sabe lo que está sucediendo en el SNTE…
ALZAN LA VOZ
Este jueves, en Ciudad de México, el Movimiento Nacional por la Transformación Sindical, una de las expresiones sindicales más fuertes en el SNTE alzó la voz: es ahora o nunca.
El SNTE, cuya dirigencia se sostiene ilegalmente, debe renovarse desde las bases y con piso parejo, exigieron seis referentes democráticos sindicales que representan a todos los estados.
Las y los trabajadores de la educación,independientemente de a qué corriente pertenecen, sienten que el actual sindicato los ha dejado solos.
Zepeda y su camarilla están más preocupados por quedar bien con la titular de la SEP y con Morena que en defender al magisterio.
Parece que la renovación del SNTE no puede aguantar más y la exigencia del Movimiento, aunque respetuosa fue contundente y debe tener eco en Palacio Nacional. Veremos…
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