CIRO CASTILLO
El sábado se realizó la Asamblea Nacional del Movimiento Nacional por la Transformación Sindical, donde más de 5 mil trabajadores de la educación se congregaron para exigir una sola cosa: la democratización del SNTE.
La demanda de esta cada vez más fuerte y sólidaorganización dentro del magisterio mexicano, con presencia en todas las entidades del país, no tendría mucho sentido, de no ser por los nuevos aires que se viven en México con la “Cuarta Transformación”.
Andrés Manuel López Obrador, con un largo colmillo dentro de la política nacional, sabe que urge poner orden al interior de uno de los sindicatos más importantes del país y, otrora, de América Latina.
Hace unos días, al anunciar que Carlos Romero Deschamps fue “exhortado” a renunciar a su plaza de trabajador de Petróleos Mexicanos (Pemex), donde quería seguir de vacaciones, AMLO hizo un contundente y claro llamado a la democratización de los sindicatos mexicanos, claro, entre ellos el SNTE.
Voto libre, secreto, directo y universal, volvió a demandar el mandatario mexicano quien aplicó aquel dicho de “se lo digo a Juan para que lo oiga Pedro”.
López Obrador sabe que quién está al frente del SNTE, Alfonso Cepeda, uno de los que vendió al sindicato en el sexenio de Enrique Peña Nieto por 3 mil millones de pesos y a cambio de una fallida Reforma Educativa, tiene ya que hacer maletas.
También sabe, que no falta mucho para que el gobierno de Estados Unidos, con un Joe Biden risueño, pero contundente y determinado, empiece a exigir que se cumpla parte de lo establecido en el T-MEC, y eso es: sindicatos democráticos.
Por todo lo anterior es que la Asamblea Nacional virtual del sábado, en la que decenas de liderazgos magisteriales de todo el país, exigieron elecciones sindicales ya, con piso parejo, es tan importante y significativa. Vienen para el SNTE nuevos bríos…
ESPALDARAZO LEGISLATIVO
En la Asamblea Nacional convocada por la Comisión Política del Movimiento Nacional por la Transformación Sindical, donde Ricardo Aguilar Gordillo se ha convertido en uno de los protagonistas principales, la clausura corrió a cargo del presidente del Senado de la República, Eduardo Ramírez Aguilar.
El legislador, quien no es la primera vez que enarbola causas del magisterio, pues en el sexenio pasado fue de los pocos que abiertamente se opuso a la Reforma Educativa de Peña Nieto, de nueva cuenta respaldó las causas democráticas magisteriales.
Consideró que, sobre todo cuando la “normalidad” regrese a las escuelas después de la pandemia, las maestras, maestros y todos los trabajadores de la educación, serán pieza clave para recuperar el tiempo perdido.
Reiteró, tras escuchar exigencias de los liderazgos magisteriales, entre ellas un total rechazo a las UMAS como medida para calcular las jubilaciones, que desde el Senado abanderará las causas del gremio, para que el SNTE tenga nuevos bríos…
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