Ciro Castillo
Me tocó ir a inscribir a mi hijo a un plantel del Colegio de Bachilleres de Chiapas (Cobach), donde, por cierto, aplican la tecnología (lo que está muy bien) creyendo que todos tienen acceso a ella o que la pueden dominar.Se formó una larga fila para empezar a hacer los trámites en la hora establecida en un aviso que fue “colgado” en la red social Facebook.
Como buenos mexicanos, hubo unos que llegaron exageradamente temprano y otros que acudieron cuando el tiempo se agotaba. Por supuesto, traían el Jesús en la boca. Ahí estaban todos, padres e hijos, esperando a que comenzara a avanzar la fila.
En cuanto se dio el aviso “la culebra” empezó a movilizarse y todo iba fluido.
Pero también, en cuanto varios de la fila se percataron que había la posibilidad de hacer trampa y ahorrar tiempo, no lo dudaron ni un momento.Uno se quedó en una fila y el otro se fue a la siguiente a “cuidar la cola”, y así sucesivamente hasta cubrir los cinco pasos que establecía el proceso de inscripción a primeros semestres. Como “mexicanotes” que somos, parece que no podemos esperar y, en cuanto vemos la posibilidad de saltarnos las trancas nos las saltamos, como si fuéramos animalitos de corral encerrados.
Eso sí, nos llenamos la boca cuando decimos: “pinches políticos”, todos son iguales. Todos hacen trampa, pero nosotros, la sociedad, no cantamos mal las rancheras. En cuanto podemos, como se dice coloquialmente, sacarle la vuelta a un asunto, lo hacemos, sin pensar en los demás que respetan las reglas o por lo menos lo intentan. Es verdad, la mayoría del pueblo “es bueno”, pero también es cierto que existe un grueso de la población que está dispuesto a caer en la corrupción, aunque esta sea mínima, aunque la falta sea menor. No podría asegurar si se trata de una cuestión “cultural”, como se ha querido definir a la corrupción; sin embargo, lo real es que casi todos hemos caído alguna vez. Lo peor es que muchos todavía presumen haber dado una “mordida” para evadir, por ejemplo, una multa de tránsito. Mexicanotes…¿Conmigo o en mi contra?Al presidente mexicano le sale muy bien el papel de víctima. Le saca provecho en cuanto puede y logra posicionar su mensaje, sobre todo, entre sus seguidores. Le ha incomodado que muchos opositores y periodistas hayan revivido piezas de video y fotografías en las que él y otros miembros de Morena, como Mario Delgado, exigían que el Ejército volviera a los cuarteles y dejara de hacer tareas de “policía”.
Aunque la reforma de 2019 le brinda ciertas facultades al Presidente en esa materia, recientemente dijo que, sin reforma o con reforma, la Guardia Nacional pasará a estar bajo el mando de la Secretaría de la Defensa Nacional.
En la mañanera del miércoles arremetió contra opositores y periodistas que “tuitearon” (como si el mundo se resolviera así) en su contra, precisamente recordándole su férrea embestida contra los militares cuando él era opositor. Le critican, entre otras cosas, que las fuerzas armadas ahora desempeñen más de 250 actividades y que haya una “militarización”.
Él tiene mucha confianza en los marinos, en los militares y ahora en la Guardia Nacional, y no dudamos de sus capacidades, pero como ya hemos dicho antes, tanto va el cántaro al río hasta que se rompe…Infames
Lo sucedido en una mina de carbón “El Pinabete”, en Agujita, municipio de Sabinas, Coahuila, no es más que otro ejemplo de la realidad laboral en México.
Pasan las décadas y muchos empleadores siguen viendo a su clase trabajadora como “peones”, como en los tiempos que se pagaba “la raya”. Que los permisos, en el caso de esta mina, se entregaron en el sexenio de Vicente Fox, pues sí, pero el accidente “evidencia” la precariedad laboral que viven los mineros y nada ha cambiado. Este es un ejemplo, pero seguro hay muchos.
Un trabajador aprovecha la presencia de los medios de comunicación en la zona y denuncia que fue despedido. Llevaba un año laborando y de liquidación le quieren dar mil pesos. Así es el México real, el país de los infames…
Aderezos
-Una supuesta acción militar contra grupos criminales en Ixtlahuacan, Jalisco, desata una noche de terror en esa entidad. Los delincuentes tapan calles e incendian todo lo que está a su paso para sembrar miedo. Es su manera de protestar…
-El coletazo de este hecho violento llegó hasta Guanajuato, donde más de 20 tiendas Oxxo fueron calcinadas por la delincuencia, para hacerse notar y liberar a detenidos…
-Hablando de oxxos, esta cadena sigue creciendo en Chiapas. No negamos que hay problemas de inseguridad, pero la inversión al alza indica que la situación es completamente opuesta a otras entidades…
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