Male sal…: La Feria

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Sr. López

Pepe, el más impresentable primo que tenerse pueda, diciendo mentiras era capaz de treparse por un chorro de agua. Sus papás ni le metían bronca, porque acababan pidiéndole perdón. Hasta que una vez, sorprendido con las manos en la masa (sin detalles), aceptó de plano lo impropio de su relación con la “muchacha” de la casa. Enterado este menda, muy decepcionado, le preguntó por qué no había intentado zafarse si de otras más gordas se había salvado y respondió sosiego: -Era hacer el ridículo y eso no -bueno.
Ayer, en algunos diarios nacionales, se informó sobre que una reforma legal que los diputados federales de Morena & Asociados, se aprestan a aprobar, por mayoría simple (votos de la mitad más uno de los legisladores que sí tienen por contra de su falta de mayoría calificada -dos tercios de votos-, para reformar la Constitución).
Según palabras del diputado que elaboró la iniciativa (de cuyo nombre no hay que acordarse), se trata de modificar la Ley Reglamentaria de las Fracciones I y II del artículo 105 de la Constitución, respecto de las acciones de inconstitucionalidad que resuelve la Suprema Corte. Por partes para no enredarnos:
Para declarar inconstitucional una reforma a la Constitución o a una ley, se necesita que así lo voten ocho de los once ministros que componen el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Pero en ese caso, conforme a la Constitución, cuando no se consigue la declaratoria de inconstitucionalidad, los afectados pueden igual ir a juicio de amparo por considerar vulnerados sus derechos.
Lo hacen y lo acaban de hacer con la Ley Eléctrica del Presidente, que no se declaró inconstitucional, pero algunos afectados se ampararon y ganaron el juicio, lo que en la práctica invalidó esa dichosa reforma legal aprobada saltándose a la torera la Constitución.
Ahora bien, según el pelotazo de ayer, el olvidable diputado de Morena quiere modificar esa Ley Reglamentaria, para impedir esos juicios de amparo y anular los ya iniciados.
La interpretación de esos medios y algunos columnistas, es que Morena pretende hacer valer reformas a la Constitución o a las leyes, con solo cuatro votos en el pleno de la Corte. No es exactamente así, aunque al anular la posibilidad de recurrir al juicio de amparo, quedaríamos todos en indefensión y la reforma a la Constitución o a alguna ley, se aplicaría parejo.
El susto es porque en este caso, se trata de reformar una ley y para eso sí tiene votos suficientes el partido en el gobierno con el apoyo de sus partidos agregados (socios, pues).
Pero Dios sigue sin enderezar jorobados ni conceder caprichos. Para que esa reforma legal pasara, no debería tocar nada dispuesto en la Constitución. Y no es así. Para aprobar esa modificación legal antes se debería reformar el artículo 107 de la Constitución, que se refiere precisamente al caso de acciones de inconstitucionalidad que no haya aprobado por ocho votos el Pleno de la Corte; dicho artículo reza en su fracción primera:
“El juicio de amparo se seguirá siempre a instancia de parte agraviada, teniendo tal carácter quien aduce ser titular de un derecho o de un interés legítimo individual o colectivo, siempre que alegue que el acto reclamado viola los derechos reconocidos por esta Constitución y con ello se afecte su esfera jurídica, ya sea de manera directa o en virtud de su especial situación frente al orden jurídico”.
Como a veces se me distrae, le repito: “el juicio de amparo se seguirá siempre”. Los ministros de la Suprema Corte se van a divertir mucho, si Morena & Cía., haciéndose los disimulados de lo que ordena el 107, aprueban esa reforma a la ley que reglamenta el 105 constitucional.
Más divertido va a ser que los partidos de oposición los dejen hacer el ridículo si intentan semejante cosa ante el Pleno de la Cámara de Diputados. Y es muy probable que los morenistas intenten su peculiar reforma si siguen en plan de caerle bien al señor de Palacio, aunque eso signifique ser el hazmerreír de la nación porque para ellos, primero, lo primero: amarrar la reelección en sus cargos o algún otro… ya luego que venga lo que venga. Total.
Así, de un tiempo acá, no van bien las cosas para Palacio. Aparte de la calumniosa (hasta el momento), afirmación de que en la campaña presidencial del 2006, de nuestro actual Presidente, hubo dinero del narco, asunto del que ya informó el gobierno de los EUA que es caso cerrado (hasta que lo reabran, no sería la primera vez); aparte, un Senador y un Representante (así se llaman allá los diputados), presentaron la semana pasada una propuesta de ley denominada “Iniciativa para Neutralizar al Cártel Jalisco” (el CJNG, se entiende), que pretende que “Las fuerzas militares de Estados Unidos deben estar listas para enfrentar y eliminar al Cártel Jalisco, en caso de que se determine que el mejor curso de acción es utilizar las fuerzas armadas de nuestro gran país”, obligando al Secretario de la Defensa de allá a informar al Congreso cada tres meses; y eso es intervenir, actuar en nuestro territorio. Los tenemos hasta el copete y la terquedad de seguir con los abrazos no es la respuesta. En fin, veremos qué nos toca ver.
Encima, el exsecretario de Salud, don Julio Frenk, informó en entrevista con Joaquín López Dóriga, sobre la existencia de una Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia de Covid-19. Dicha Comisión encabezada por un Jaime Sepúlveda, quien es director ejecutivo del Instituto de Ciencias de la Salud Global de la Universidad de California, está compuesta por verdaderos gargantones (cada uno en su materia); dijo don Julio: “(…) no podemos simplemente decir 800 mil muertos y olvidarnos de ellos”. Sí, no se puede y nuestro Presidente debería saberlo. Hay en su gobierno escándalos mundiales.
Para acabarla de amolar, ya son varias encuestadoras (de las serias), las que ponen en un dígito la distancia entre doña Claudia y doña Xóchitl. Ese agarrón va a ser de máscara contra cabellera. Palacio, tienen un problema, todo les male sal…

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