CIRO CASTILLO
No sabemos si el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, logrará mejorar la situación de pobreza en la que viven millones de mexicanos; sin embargo, ha volteado a ver a un sector que por años estuvo prácticamente en el olvido.
Nos referimos específicamente a millones de personas que tienen una pequeña propiedad, de la cual, hace tiempo que ya no pueden vivir. Han tenido que migrar o dedicarse a otra cosa, no siempre lícita.
En ejidos, rancherías y colonias rurales, hace años que perdieron la fe en la autoridad, quien siempre les tomaba el pelo y únicamente les utilizaba como botín electoral.
Los pequeños productores todavía suspiran por aquellos tiempos en los que productos básicos como el maíz o el frijol tenían un precio de garantía y había bonos que impulsaban la productividad, además de fertilizantes a buen precio y apoyo de “costalera”.
La firma del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), sin que ellos lo supieran, terminó con la pequeña propiedad, la cual, al paso de los años ha sido abandonada, además de que, el crecimiento poblacional la ha pulverizado.
Insistimos, no sabemos si el mandatario mexicano logrará revertir las cifras, pero nadie le puede regatear el hecho de que volvió la mirada a un sector que para “los tecnócratas”, como él les llama, no existía. Son, los olvidados…
SEMBRANDO VIDA
Precisamente en esta línea del proyecto lopezobradorista, ayer fue lanzado el programa “Sembrando Vida”. Es uno de los tres programas prioritarios de la presente administración federal, el cual tiene como meta la plantación de árboles frutales y maderables en un millón de hectáreas de 19 estados de la República.
En Cárdenas, Tabasco, Andrés Manuel López Obrador, puso en marcha esta estrategia que, en palabras de la titular de la Secretaría de Bienestar, María Luisa Albores, tiene como propósito la reforestación y “la inclusión productiva” para “rescatar del olvido al campo”.
“… el modelo económico de los pasados 30 años condenó al campo al abandono y lo sumió en una profunda injusticia social”, indicó la funcionaria.
EN QUÉ CONSISTE
Se pagarán cinco mil pesos mensuales al ejidatario, comunero o pequeño propietario por el trabajo que realizarán de lunes a sábado.
De esta cantidad, 500 pesos se destinarán a un fondo de ahorro para generar economía social y economías internas en las comunidades.
La Secretaria de Bienestar dijo que ya se está trabajando en mil 900 ejidos y 361 municipios de ocho entidades, de los cuales 113 son indígenas.
La meta para 2019 es atender a 230 mil productores y, para el periodo 2019-2020, abarcar 19 entidades del territorio nacional.
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