La visión corta y parcial de la Marcha “Fifí» y las minusvalías de las Afores

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El presidente electo Andrés Manuel López Obrador confirmó el pasado lunes 29 de octubre la cancelación del proyecto del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM) en Texcoco y en su lugar se propone la construcción dos pistas en Santa Lucía, reactivar el de Toluca y modernizar el actual aeropuerto, con lo que se acata los resultados de la consulta organizada por su equipo días atrás.

Las cúpulas empresariales, analistas económicos, un sector de la prensa, reaccionaron negativamente al anuncio del gobierno que empezará este próximo uno de diciembre y advirtieron que la cancelación de la construcción de la terminal aeroportuaria, provocaría graves problemas a la economía y que los efectos ya se empezaban a sentir con una depreciación del peso frente al dólar, la baja del índice de precios y cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores, la disminución de la calificación de la deuda soberana del país, además de que miles de personas que laboran en la obra quedarían sin empleo.

Los sectores molestos con la cancelación del NAICM, han convocado a través de las redes sociales a manifestarse este domingo 11 de noviembre a las 11 de la mañana.

La convocatoria para protestar en contra de la decisión de cancelar la terminal aeroportuaria en Texcoco, se publicó en la cuenta de twitter de Laura Herrejón, y a la que se han adherido varias organizaciones empresariales y ha sido publicitada por varios periodistas en diferentes medios, el texto original dice lo siguiente:

Lo que llama la atención de la protesta, en defensa del NAICM a la que ya se conoce como la  “marcha fifí” por considerar que el movimiento surge de intereses personales para favorecer a los empresarios e inversionistas del proyecto de Texcoco, es que los convocantes nunca han adoptado la misma actitud cuando el gobierno de Enrique Peña Nieto canceló megaproyectos ya pactados, y tampoco se indignó de manera tan marcada ante el constante derroche de recursos públicos que sirvió para pagar a las empresas contratistas los sobrecostos que cobraron en las obras de infraestructura y que en algunos casos se haya dispuesto de recursos de los fondos de pensiones de los trabajadores.

Los participantes en la marcha “fifí que dicen defender la inversión de los empresarios y el empleo de miles de trabajadores que se quedarán sin chamba a partir del primero de diciembre, pero extrañamente olvidan que miles de personas se quedaron sin trabajo, cuando decidió el actual gobierno de Enrique Peña Nieto, cancelar la construcción de la Refinería Bicentenario de Tula, Hidalgo, y lo más grave en mi opinión es que no cuestionan la decisión de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), de invertir en proyectos riesgosos de infraestructura los recursos de las pensiones de los trabajadores.

Los defensores de la construcción del NAICM en Texcoco, alegan que la mayor parte del financiamiento proviene del sector privado, cuestión que es debatible, ya que la obra contaba para su financiamiento con recursos públicos y también con fuentes de financiamiento de fondos de pensiones de los trabajadores.

Hay que recordar que, con respecto al financiamiento de la obra aeroportuaria el presupuesto original se estableció en 13,300 millones de dólares de los cuales ya se habían recaudado 9,850 millones bajo el siguiente desglose: 6,000 millones a través de bonos verdes, 1,600 millones a través de la Fibra E, una línea de crédito revolvente por 1,000 millones y del Presupuesto de Egresos de la Federación, donde se destinaron 1,250 millones. El resto de los fondos podrían provenir, además de la TUA, de más emisiones de deuda.

Respecto a la Fibra E, del total de 30,000 millones de pesos invertidos, 45 por ciento fueron recursos de afores, 54 por ciento de fondos de inversión y 1 por ciento de inversionistas internacionales. Las afores que arriesgaron los ahorros de los trabajadores para su retiro, para el financiamiento del proyecto fueron: Inbursa, Pensionissste, Profuturo y Afore XXI Banorte.

La Comisión Nacional Bancaria y de Valores diseñó y reguló los Fideicomisos de Inversión en Infraestructura y Energía, conocidos como Fibra E, y con esto les dio la libertad a las Afores, de invertir en proyectos riesgosos.

Algunos participantes de la marcha del próximo domingo, argumentan que durante octubre las afores registraron minusvalías por 131,649 millones de pesos derivado de la volatilidad que se generó en los mercados financieros por la cancelación del aeropuerto en Texcoco.

La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), en voz de su presidente Gustavo de Hoyos, aseguró recientemente que la cancelación del NAIM puede poner en riesgo la inversión de mil 500 millones de dólares que han hecho diversas afores en la obra.

El Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) ha reportado que en lo va del 2018 se han registrado tres minusvalías, a las Afores, pues en febrero se registraron minusvalías por 22,483 millones de pesos y en mayo por 14,390 millones de pesos y esta última que se dio en el pasado mes de octubre.

El invertir recursos de los fondos de pensiones en proyectos de inversión es riesgoso y en algunos casos hasta irresponsable, ya que puede llevar a disminuciones de los ahorros para el retiro de los trabajadores.

Emplear dinero de fondos de pensiones en un proyecto como es la construcción del NAICM representaba un riesgo muy grande ya que esta obra siempre ha estado cuestionada, por lo poco transparentes de los contratos, los sobrecostos que se han tenido en su edificación, pero el principal peligro lo representaba la promesa de campaña del hoy Presidente electo, de cancelar dicha obra.

El NAICM, no es el único proyecto riesgoso en que han invertido las Afores. Las administradoras de fondos para el retiro, Sura y Citibanamex emplearon dinero del ahorro sus clientes en la empresa Oro Negro que rentaba plataformas petroleras a Petróleos Mexicanos (Pemex) dichas inversiones podrían verse afectadas, ante la complicada situación financiera en la que se encuentra dicha firma privada.

De acuerdo con una fuente anónima, citada por El Economista, «este dinero está casi perdido porque Oro Negro no está generando ingresos desde septiembre del 2017» y tiene una deuda por 950 millones de dólares, además de que está en un litigio internacional por fraude.

La empresa Oro Negro, que forma parte del fondo de capital Axis, destaca por los poderosos personajes que están en ese corporativo entre los que se encuentran el hijo del exsecretario de Hacienda de Vicente Fox, Francisco Gil Díaz; los exdirectores de Pemex en el gobierno del panista Felipe Calderón, Luis Ramírez Corzo y Juan José Suárez Coppel; Gilberto Perezalonso, quien fue vicepresidente de Televisa; y Alberto Cortina, dueño de la constructora española ACS, asociada con el grupo OHL, donde trabajó Lozoya antes de integrarse al equipo de Enrique Peña Nieto.

En 2014 el Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco (Ipejal) invirtió los ahorros de los trabajadores adquiriendo bonos de deuda del consorcio español mediante certificados bursátiles. Desde entonces el organismo no ha recibido un peso por esta inversión y el camino para que los reciba no será en el corto plazo, ya que el corporativo hispano está casi quebrado y no ha cumplido con algunos proyectos de infraestructura, como es el caso del Acueducto el Zapotillo, que lleva un atraso de más de 10 años.

Como vemos la gente que participará en la marcha “fifí” tiene una visión muy parcial y corta, ya que solo están viendo un solo proyecto y olvidan otros y no están viendo por la gente común, solo ven los intereses de las grandes empresas. Es tanta la fijación y el odio que tienen contra la decisión del Presidente electo, que la economista Valeria Moy, escribió en su columna de Milenio algo que no es un análisis, más bien parece un homenaje al cantautor Ricardo Arjona: “Se eligió, de forma consciente, dejar pasar una vez más una oportunidad de desarrollo”.

Hay información no confirmada que, en la protesta del próximo domingo, “estará el caricaturista del diario Reforma Francisco Calderón, pidiendo a los participantes su pasaporte, para que no se cuele a la marcha ningún naco que nunca se ha subido a un avión”.

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