Crónica de un “secuestro” en el Congreso del Estado

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CIRO CASTILLO

EDG INFO

Una mujer fue la primera que saltó la barda metálica que cubre la entrada al Congreso del Estado.

Quizá por algo dicen que la mujer es una leona cuando se trata de defender a sus hijos.

Y eso fue lo que hizo la dama, quien desafió a la física y a los maestros interinos que habían “secuestrado” el Congreso del Estado desde las 12 horas.

Cuando daban casi las 2 de la tarde, la señora que tenía que ir por sus hijos no lo pensó más y “se voló la barda”, en medio de una lluvia de “clicks” de celulares que también activaron el “modo video”.

Los maestros interinos se quedaron un tanto pasmados por la hazaña de la dama, mientras el resto de los presentes se soltaron en aplausos.

Ella fue una de al menos cuatro personas que se montaron la barda, ante el hastío del sitio al Poder Legislativo.

QUERÍAN VER A CAMPOS

La encerrona al Congreso del Estado comenzó casi a las 12 horas.

Alguien dijo a los maestros interinos, en su mayoría jóvenes, que el Secretario de Educación, Eduardo Campos, estaba en las instalaciones del Poder Legislativo y hasta allá fueron para intentar “encararle”.

Efectivamente, en el Congreso del Estado se llevaba a cabo la instalación de la Comisión de Educación, donde temas como los adeudos a interinos y maestros de Telebachillerato salieron a relucir.

Sin embargo, cuando los maestros llegaron las rejas fueron cerradas y el titular de Educación emprendió la “graciosa huída”, que esta vez no fue tan graciosa, porque atrás dejó a unas 400 personas retenidas en el Congreso del Estado, entre personal que ahí labora, gente que acude a realizar algún tipo de gestoría y reporteros de distintos medios de comunicación que cubren la fuente legislativa.

SI ME DICEN NO VENGO: ARTESANOS

Un grupo de artesanos y artesanas que expone sus productos en el acceso principal al Congreso del Estado lamentó el cierre de las puertas.

En cuanto los muchachos y muchachas llegaron empezaron a guardar sus productos, por si la cosa se complicaba.

“Si me dicen, mejor no vengo”, decía una señora, ya casi a las 3 de la tarde, tres horas después del encierro al Congreso.

Por qué no salimos todos, decía otra señora. “Somos más que esos mocosos”, advertía un tanto enojada.

Los vendedores de “chicharrines”, “palomitas” y fruta picada, hicieron su agosto. Vendieron lo de una semana en unas pocas horas. Ya hacía hambre, y dicen que el hambre es canija.

PUDO MÁS LA DESESPERACIÓN

Dicen que el temple de un ser humano se conoce en tiempos de crisis.

Así como hubo “espontáneos” que se volaron la barda, también hubo otros que “reventaron” las cadenas y candados del portón principal del Poder Legislativo y entonces se formó una “estampida” humana.

Los maestros interinos, un tanto cansados o un tanto resignados porque la “comisión especial” que fue recibida por un grupo de legisladores no encontró una respuesta certera, simplemente vieron salir a hombres, mujeres y niños.

Antes de las 5 de la tarde, cuando las tripas ya rugían, terminó el “secuestro” al Congreso del Estado.

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