Clama al cielo: La Feria

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Sr. López

Corrían los primeros años del siglo XX y allá en Autlán, la abuela de abuela Elena se puso muy mal. Tenía poco de haber llegado al pueblo un médico muy joven para que el abuelo de la abuela, sintiera respeto por él. Como sea, mandaron por él, la auscultó y dijo que urgía hacerle una intervención quirúrgica. El abuelo de la abuela, receloso, poniendo la mano en las cachas de su revólver, advirtió: -Opérela si está seguro doctorcito, nada más que mi vieja no se muere sola –la llevaron a Guadalajara.
Ayer, el doctor Hugo López Gatell anunció el fin de la declaratoria de emergencia por COVID-19 (SARS-CoV-2), para lo cual el Presidente de la república ya había firmado el decreto correspondiente. Esto después de que el 5 de mayo, la OMS (Organización Mundial de la Salud), declaró el fin del estatus de pandemia de este mal. Muy bien.
El López Gatell aclaró que esta decisión obedece al decrecimiento de contagios y muertes por Covid 19. Y añadió: “Prácticamente 95% de la población tenemos anticuerpos por el virus SARS-CoV-2, ya sea porque nos infectamos o vacunamos”. A todo dar.
Nada más que para creerle a don López Gatell eso del 95%, se necesita tener muy mala memoria. Este López G, afirmó el 17 de marzo de 2020, que la pandemia podría durar de 12 a 16 semanas, o sea, para julio de 2020 ya no habría pandemia en México.
Sí, este tal es el mismo que en marzo de 2020, cuando empezaba la pandemia en México, nos dijo muy fresco: (El covid-19) “no representa una amenaza en términos ni sanitarios ni en términos sociales o económicos”. Y luego, el 5 de junio de 2020, aventuró: “Un número catastrófico de muertes (por coronavirus), puede ser de sesenta mil (…)”.
También don López Gatell es quien nos dijo que “la influenza H1 es aproximadamente 10 veces más virulenta que el Covid-19”, y que “las mascarillas o cubrebocas dan una falsa sensación de seguridad” y necio como es, también dijo que el cubrebocas “tiene una pobre utilidad o incluso, tiene una nula utilidad”.
Sí, este es el doctorcito que el 17 de marzo de 2020, aseguró que casi sería mejor que el Presidente de la república se contagiara del coronavirus “porque lo más probable es que él en lo individual, como la mayoría de las personas, se va a recuperar espontáneamente y va a quedar inmune (…)”. Bueno, el Presidente se contagió, no quedó inmune y se volvió a contagiar otras dos veces.
Y tenga muy presente que eso que no representaba una amenaza, según la cifra oficial al 2 de mayo pasado, causó 333 mil 913 defunciones, no 60 mil, y es la cifra oficial, la que se publica y promulga, aunque también es oficial la del Inegi que nada más para los años 2020 y 2021, contó 439 mil 42 muertes por Covid 19… mientras el Registro Nacional de Población, para el mismo periodo, registró 505 mil 746 fallecimientos por la “no amenaza” y 650 mil 601 muertes en exceso, asociadas al Covid 19. Y según datos consolidados por la Secretaría de Salud y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), desde el inicio de la pandemia en México, hasta el 1 de mayo de este año, en México, no “lograron recuperarse del virus” (se murieron), 753 mil 759 personas. Ahí usted decida si le cree algo al doctor LG.
Cuando sucede una tragedia por un terremoto a algo así, no queda más que apechugar, pero esta pandemia se manejó con un extraño criterio para minimizarla. No se puede olvidar tampoco que tan pronto como el 31 julio de 2020, nueve gobernadores (los de Aguascalientes, Coahuila, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León y Tamaulipas), solicitaron la renuncia inmediata de López Gatell, por el manejo errático de la epidemia y la falta de respuestas eficaces. Fue desoída la petición y hoy casi tres años y 753 mil 759 muertos después, pareciera que don López Gatell, debe una explicación al país.
Y también fueron desoídos los exsecretarios de Salud Salomón Chertorivski, José Ángel Córdova, Julio Frenk, Mercedes Juan, José Narro y Guillermo Soberón, que el 9 de septiembre de 2020, urgieron al Presidente a dar un golpe de timón, cambiar la estrategia, proponiendo un plan nacional de dos meses que incluía, aplicación de pruebas, medidas de contención y confinamiento estricto. Ningún caso les hicieron.
También se despreció la denuncia a fines de enero de 2022, de familiares de muertos por el Covid 19, contra López Gatell. A la que el Presidente de la república, contestó: “(…) no sólo es una injusticia, sino es una actuación de mala fe, diría de odio. No se toma en cuenta que los servicios prestados a la sociedad por el doctor Hugo López-Gatell han sido excepcionales, es un profesional de primer orden, serio, es una dicha el que contemos en una circunstancia tan difícil con un profesional con tanto conocimiento sobre la materia, es de los mejores especialistas en pandemias del mundo”.
Sí, en Palacio Nacional, López G sigue siendo una dicha. Mientras a fines de enero de 2021 el Instituto Lowy (de Australia), elaboró un estudio comparativo de la forma en que atendieron la pandemia los gobiernos de 98 países, y ubicó a México en el penúltimo lugar (Brasil, el último). Luego a principios del 2022, la Universidad Johns Hopkins, nos calificó mejorcito: México quedó como uno de los cinco países con mayor número de muertes por coronavirus en el mundo.
Este menda no tiene ni la menor idea de medicina, en lo que está en igualdad de circunstancias con el Presidente de la república. Por eso se fija uno en lo que dicen los que parece que saben (como seis exsecretarios de Salud mexicanos), o si se desconfía de ellos por no ser de la 4T, se pudo poner atención al director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom, cuando en noviembre de 2020, muy diplomáticamente declaró: “le pediríamos a México que sea serio (…) tomarse en serio el control de la pandemia de Covid-19” y advirtió que estábamos en una situación grave.
Ni modo. Ya pasó lo que pasó. Creen que nunca van a rendir cuentas, se equivocan, tanta muerte evitable, clama al cielo.

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