Batidero: La Feria

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Sr. López

Del lado materno-toluqueño de este López, pasaban cosas raras entre gente tan católica, seriecita y de buenas costumbres. A lo largo de los años, este menda fue registrando algunos misterios: ¿de verdad tía Maruca jamás supo que Maruquita su hija mayor, no era monja en Tlaxcala sino rumbera en Veracruz?; ¿de verdad nadie se enteró que el gordazo tío Ricardo no vivía de dirigir el coro de catedral?, sino que era primerísima figura de un cabaret clandestino a las afueras de Toluca, muy concurrido por señores sin señoras, que su nombre artístico era “La Chulapona” y que cantaba ‘swing’ y ‘blues’ mejor que Ella Fitzgerald; ¿de veras tía Anita era viuda de un general o era cierto que cada uno de sus tres hijos tuvo su propio papá?… misterios todos, igual que el dineral que hizo tía Consuelo con su “casa de asistencia para señoritas” (¿nadie supo nunca que era madrota… de veras?). O no eran misterios, todos sabían todo de todos y vivían cuidando las apariencias… misterio.

Al tenochca simplex parece que no le disgusta vivir entre misterios que realmente no lo son tanto, pero igual nunca se aclaran.

Misterio es cómo le hacemos para ser al mismo tiempo una fábrica de pobres muy pobres y ricos muy ricos: frente a 55.7 millones de pobres y miserables, 258 mil tenochcas tienen cada uno, arriba de un millón de dólares -según El informe de Riqueza Global 2022, de Credit Suisse-; el 1% de la población tiene el 30.2% de la riqueza nacional total… ¿cómo?… misterio.

Misterio es cómo funciona un país en el que no se respetan las leyes, que son las reglas del juego… porque el país funciona, misteriosamente funciona y si piensa que no, nomás acuérdese que las exportaciones el año pasado según Inegi, sumaron 494 mil millones de dólares… asómbrese.

Misterio que no reviente un país del que la gente saca su dinero y cada vez saca más. En lo que va del gobierno de la 4T, han salido casi 653 mil millones de pesos equivalentes a 32 mil 650 millones de dólares, mdd; en el mismo lapso, en el sexenio de Fox, salieron 2 mil 638 mdd más o menos… 1,237% menos que ahora, chúpese esa.

Misterio nuestra política. Misterio que Morena, el actual partido mayoritario, haga gala de su desprecio al PRI, PAN y PRD, los otrora partidos mayores, y que al mismo tiempo sus más destacados integrantes, empezando por su fundador, provengan de esos partidos… y más misterio, que los más apasionados miembros y seguidores de Morena hagan como que no lo saben y no les incomode parecerse cada vez más a su detestado PRI, su ascendiente, su antepasado directo, su papá.

Misterio que teniendo la gente la peor opinión de los partidos políticos sigan naciendo nuevos (ahora mismo tenemos siete partidos nacionales y la friolera de 47 estatales, nada más), y siguen recibiendo dinero público (sin protestas de nadie), aun y cuando es sabido que no pocos ni son partidos, sino negocios exentos de impuestos.

Misterio desde el 4 de julio de 1997 la muerte del “Señor de los Cielos”, Amado Carrillo, el narcotraficante más poderoso del mundo (“del mundo mundial”, diría aquél), con ganancias estimadas por la DEA de 200 a 300 millones de dólares SEMANALES), misterio sus viajes a Rusia, Chile y Cuba -en mayo y julio de ese año-; misterio que en la entonces SEIDO (Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delitos Federales), de la PRG, no exista registro de la autopsia hecha a su cuerpo; misterio la muerte de los médicos que le hacían la cirugía plástica por la que falleció. Y más misterio que al Chapo Guzmán, presentado como el enemigo público número uno, no se le hayan confiscado sus toneladas de dinero ni sus bienes, por lo menos los de Badiraguato, tan visitado por ya sabe quién.

Entre misterios sin aclarar vivimos porque no se aclaran a cabalidad cosas como los asesinatos del cardenal Jesús Posadas, Colosio, Ruiz Massieu, los bebés quemados vivos en la Guardería ABC, ni la olvidada explosión del edificio central de Pemex.

Y a veces cuando nos aclaran algo queda más misteriosa la cosa, como la explicación, ayer, de la caída el 15 de julio pasado, cerca del aeropuerto de Los Mochis, Sinaloa, del helicóptero de la Marina-Armada de México que participó en la recaptura de Rafael Caro Quintero, donde murieron 14 marinos, que ya explicó la FGR fue por falta de combustible… cosa más rara, pudiendo aterrizar donde sea, que para eso era helicóptero.

Todo o casi todo queda en el misterio, las versiones, el rumor. No se aclara totalmente nada, nunca, ni el destino de los excedentes petroleros o la existencia de una “tesorería foránea” de Pemex, ni el crecimiento exponencial del gasto público a partir del año 2000, sin efectos en la inversión pública. Todo va quedando en una bruma, igual que la selectiva impunidad de nuestros políticos.

Y así vamos, de misterio en misterio con la conciencia adormecida o envilecida.Por eso hoy, váyase resignando a que no sabremos por qué el gobierno está tan decidido a desacreditar la averiguación original a cargo del entonces procurador Murillo Karam, sobre el asesinato de los 43 normalistas de Ayotzinapa, ofreciendo otra versión que en lo esencial es la misma que antes: la banda Guerreros Unidos con la complicidad y auxilio de autoridades y policías municipales, los mató y desapareció los cadáveres.

Tampoco se desvelará el muy imprudente interés de la actual autoridad en darle vuelo al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) para el caso Ayotzinapa y a sus teorías preestablecidas culpando al Estado mexicano y acusando a nuestro ejército, para una vez proclamadas ambas cosas en el informe de don Encinas, declarar el Presidente su amor rendido por las fuerzas armadas, provocando la ira del GIEI que ayer declaró en conferencia de prensa, “la intromisión y obstrucción de la Fiscalía y el Ejército de México para indagar la desaparición de los estudiantes”. Y eso, guste o no guste, salpica al Presidente.

Mientras, Murillo Karam va ganando amparos… porque su detención fue un nada misterioso batider.

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