Ternurita: La Feria

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Sr. López

Tía Memita se llamaba Guillermina (ni modo de decirle así), y era un pan de Dios tirando a exageradamente consentidora con su ‘terribilis filius’, Danielito, su terrible hijo, un verdadero delincuente doméstico hasta que un día, el insoportable quedó con las asentaderas listas para cirugía reconstructiva, porque se le ocurrió gritarle a su Memita madre: -¡A mí, me respetas! –y sucedió lo que sucedió. Merecido.
Ayer nuestro Presidente declaró (léase de pie, estamos ante la Historia):
“Nosotros estamos pidiendo respeto, porque nosotros no mandamos a los de inteligencia del Estado mexicano a que vayan a investigar a políticos a Estados Unidos, no hacemos eso (…) no estamos metidos en Estados Unidos viendo quién de los que venden armas están también financiando a diputados y senadores de ese país”.
Efectivamente. México no investiga al gobierno del país más poderoso del mundo. Es que de veras, ¡qué lindos somos!
Y que allá no se tomen en serio eso de sus diputados y senadores, fue un ejemplo, ni siquiera insinuación, fue un decir, una ocurrencia, se le salió (no se vaya a enojar el tío Sam).
El Presidente sabe que el Joe Biden tiene que aguantarle la boca porque quiere reelegirse. La carta fuerte de nuestro Presidente, es la contención de las muchedumbres de migrantes que tratan de entrar a los EUA pasando por México. Está bien pero eso tiene fecha de caducidad: el próximo martes 1 de octubre, cuando López Obrador deje de ser Presidente de México.
Ojalá alguien le explique al señor de Palacio Nacional, que la cosa allá no es como acá. En los EUA por supuesto su Presidente tiene mucho poder ante el mundo pero dentro de su país está más acotado de lo que imagina uno, simple integrante del peladaje mexicano.
En los EUA el inmenso aparato de seguridad nacional e inteligencia (espionaje), funciona por su cuenta y solo para iniciar acciones públicas, acude a la autoridad de la Casa Blanca. Se llama Comunidad de Inteligencia conforme a la Orden Ejecutiva 333 firmada por Ronald Reagan el 4 de diciembre de 1981, compuesta por 16 diferentes agencias (la CIA es una de ellas y la única independiente de todo el organigrama federal yanqui). Aparte de esto están sus organizaciones policiacas federales, que no son moco de pavo, como la ATF (Bureau of Alcohol, Tobacco, Firearms and Explosives): o la FBI (la Oficina Federal de Investigaciones).
A México los EUA dedican 12 agencias de inteligencia (espionaje), bajo el manto del tratado de cooperación y asistencia jurídica mutua de 1994 firmado entre la entonces Procuraduría General de la República y el FBI, pero nos investigan (espían), la Agencia Antidrogas (DEA); la ATF; la FBI, claro; la Agencia Central de Inteligencia (CIA); la Agencia Nacional de Seguridad (NSA); la Oficina de Terrorismo e Inteligencia Financiera (TFI); el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE); la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO); y la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA); aunque hay otras que de vez en cuando se dan su vuelta por acá, como la CGI (Inteligencia de la Guardia Costera).
Solo para enchiquerar al Chapito, participaron 25 agencias policiacas diferentes a sus agencias de inteligencia (espionaje), aparte de la Oficina de Asuntos Internacionales de la División Criminal del Departamento de Justicia; el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos; la Oficina de Control de Activos Extranjeros; y el Programa de Recompensas por la Justicia del Departamento de Estado.
Con estos no hay bromas… ¡ah! y nunca tienen prisa, investigan largos años y dejan actuar a los delincuentes a sus anchas, hasta que los prensan; al expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, desde 2022 lo tienen detenido y en juicio, entre otras acusaciones por haber recibido dinero del narco para sus campañas políticas, después de haberlo investigado 17 años (de 2004 a 2021)… y no han mostrado evidencia, todo son dichos de delincuentes, testigos cooperantes.
Pensará usted que no le importa nada de eso. Y tiene razón. Al que le debe importar es al Presidente de la república, porque es a él al que le están mandando mensajes que a otro no lo dejarían dormir. Mensajes léperos si usted quiere, pero con el tío Sam lo recomendable es estar muy atento, es mañoso y de mala entraña.
No se aconseja confiar en las declaraciones diplomáticas oficiales del gobierno de los EUA ni de los altos directivos de su aparato judicial o policiaco. Genaro García Luna recibió condecoraciones allá y muchas palmadas en la espalda… mientras sin decirlo, lo investigaban y ya ve, hace cuatro años y tres meses, está en una prisión de máxima seguridad en Brooklyn, ya declarado culpable sin una sola evidencia y por los dichos de un solo (uno), testigo cooperante, un delincuente que recibió beneficios por írsele encima a don García. Así son allá y eso no tiene remedio.
En febrero del año pasado, en Washington, en conferencia de prensa sobre los cargos contra cuatro hijos del Chapo Guzmán, la poderosa administradora de la DEA, Anne Milgram, denunció al gobierno mexicano, quejándose de que no les dio “ninguna ayuda a los agentes estadounidenses que trabajaban en casos relacionados con el fentanilo procedente de México”. ¡Aguas!
Y ya se ha repetido hasta hartar la declaración del fiscal General, Merrick B. Garland: “El Departamento está comprometido a interrumpir todo el ecosistema de las redes de narcotráfico que dañan al pueblo estadounidense, sin importar cuán lejos o cuán alto debamos llegar”. ¡Cuidado!
El aparato de inteligencia, policiaco y de justicia de los EUA es peor que la Hidra de Lerna, ese monstruo mitológico de muchas cabezas y aliento venenoso. Nuestro Presidente no puede enfrentarlo declarando su autoridad moral, se le está acabando el tiempo en el cargo para ordenar investigaciones muy serias, hechas junto con autoridades de los EUA, aunque se tenga que tragar su orgullo, porque se trata de aclarar chismes fuera de toda duda, en lugar de exigir respeto, que eso al tío Sam le da ternurita.

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