CIRO CASTILLO
El martes, la reportera Liliana Noble, de Pulso Saludable, preguntó al Presidente de México porqué razón un gran sector de los chiapanecos ha dicho que no a la vacuna anti COVID19.
“…lo cierto es que no se hizo el trabajo de organización adecuado y no se solicitaron vacunas”, soltó Andrés Manuel López Obrador, lo que algunos interesados en “echar grilla” interpretaron como un descontento del tabasqueño hacia el gobierno de Chiapas por esta labor, particularmente con Rutilio Escandón, su compañero de andanzas cuando ambos militaron en el hoy moribundo PRD.
Obrador, “el destapador” de quienes aspiran a ser candidatos en 2024, completó la faena con un piropo para Claudia Sheinbaum, quien ha sentido últimamente que la Virgencita le habla cuando le gritan “Presidenta, Presidenta”.
“La jefa de Gobierno aquí en la Ciudad de México… está siempre solicitando, pidiendo más vacunas en todas las reuniones que tenemos… está pendiente, quiere que se les entreguen vacunas … depende mucho de la actitud de los gobiernos estatales”, soltó AMLO, como queriendo decir que las autoridades chiapanecas no han estado al pendiente o, al menos eso le contaron.
La realidad es que, si Chiapas tuvo un rezago en la vacunación fue porque los biológicos dejaron de llegar.
Cuando tocó el turno a los adultos mayores y la vacunación del magisterio, la entidad fue una de las que más rápido completó la meta.
No es lo mismo vacunar contra el COVID19 o realizar cualquier acción de gobierno en la Ciudad de México, que alcanzar a más de 20 mil comunidades en Chiapas.
No es lo mismo vacunar a toda la población mayor de 18 años en Baja California, que tiene cinco municipios, que llevar la estrategia a los más de 120 municipalidades de la entidad, en muchas de las cuales apenas y hay señal de celular o Internet.
Tampoco son “enchiladas” convencer a más de 40 municipios indígenas que deplano dijeron que ellos no se pondrán la vacuna, por desconocimiento, por sus costumbres, por la desinformación, por lo que usted quiera.
Parece, a menos que se una estrategia de AMLO, quien suele no dar paso sin huarache, que al Presidente le dieron mal la información de Chiapaso hubo mala leche. Teléfono descompuesto…
A QUIÉN LE DAN PAN QUE LLORE
El que anda de plácemes sacándole jugo a la nueva estrategia de vacunación es Zoé Robledo, director general del IMSS, quien tiene habilidad para eso de la hablada y así lo ha demostrado en varios videos en los que exhorta a los chiapanecos a vacunarse. “El enemigo común es el COVID19”, les ha dicho.
Si su corazoncito palpita fuerte para 2024, pues es ahora o nunca.
Tiene todos los reflectores encima, pues nada más y nada menos que el Presidente lo mandó a empujar la vacunación para conseguir que a finales de julio 40 por ciento de los chiapanecos mayores de 18 años estén vacunados.
La estrategia de vacunar a un joven mayor de 18 años que llegue acompañado de dos adultos mayores a 40 tuvo eco, pero no solo aquí, sino en la prensa nacional y eso vale cuando se está futureando. A quién le dan pan que llore…
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