Ciro Castillo
Escribo en primera persona. Siempre cuento a mis cercanos que si no hubiese sido “tecleador de historias” me hubiese gustado ser militar. En alguna parte de la amplia fuerza castrense seguro hubiera encontrado un lugar.
Por ello no dejo de reconocer y manifestar mi admiración, siempre que puedo, a quienes forman parte de las fuerzas armadas: llámese Ejército, Marina y Fuerza Aérea; ellos siguen seduciendo a muchos mexicanos, quizá a millones.
El jueves tuve la oportunidad de acudir a la celebración del aniversario de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), cuyos precursores y visionarios fueron Francisco Ingacio Madero y Venustiano Carranza Garza.
Por encomienda de la directora de Cuarto Poder, Ana María Morales, acudí a la conmemoración en la Base Aérea Militar de Terán, al Poniente Sur de Tuxtla Gutiérrez y volví a reflexionar respecto a lo que otros ya han reflexionado antes.
¿Por qué los militares son una fuerza organizada en el que resaltan valores como la lealtad y la disciplina que a muchos nos resultan atractivos? ¿Por qué se mantienen como instituciones que generan confianza entre la sociedad mexicana a pesar de que en tiempos de tanta información vivimos en el escepticismo? ¿Por qué el Presidente de México les ha asignado tantas tareas en esta administración cuando durante sus largos años de campaña dijo que el llegar a la silla presidencial los sacaría de las calles?
A muchas organizaciones que defienden los derechos humanos les causa escozor la creciente presencia de militares en distintas áreas de la vida nacional, pero, insisto, a millones les parece que son una alternativa confiable.
Siempre que militares y marinos realizan operativos y a éstos se les “pasa la mano” por la rudeza de la acción o al calor de la batall, vienen críticas, pero al final del camino parece que al “pueblo” le sigue gustando la mano firme.
La gente prefiere a un gobierno, como el de Nayib Bukele, en El Salvador, que sea extremadamente duro contra problemas como las pandillas a uno que deja crecer el problema.
El riesgo, claro que existe, y también lo hemos escrito: las multitareas encomendadas a las fuerzas armadas podrían meterlos en la “bola de nieve” de la corrupción que venimos arrastrando; sin embargo, y regresando al principio: la milicia sigue siendo para muchos algo seductor…
La huella de Lalo
Y hablando de especialistas en seducir, el comiteco Eduardo Ramírez Aguilar no ha dejado de caminar y estar al pendiente de las necesidades de Chiapas.
Se sabe y todos lo saben, uno de los más serios aspirantes a competir por la gubernatura del estado en 2024; sin embargo, no por ello ha dejado de desgastar el zapato, combinando esta actividad con alianzas con personajes de la política nacional, en los estados y las tareas legislativas.
Recientemente, mediante un comunicado informó de la aprobación de una ley que favorece una de las actividades por las que se reconoce a Chiapas: la caficultura.
Oro verde le llamaban antes a este cultivo que brinda empleo y sustento a miles de familias, de forma directa e indirecta.
La propuesta de Ley de Desarrollo Sustentable de la Cafeticultura, dijo el comiteco al defender el tema en la Cámara Alta, “pretende crear un marco jurídico que vincule a la federación, estados y municipios para generar inversión, capacitación y programas que fomenten la producción de café”, una actividad que no está exenta de los altibajos del mercado mundial, de las plagas, del coyotaje y del cambio climático.
Aliado con la senadora de Oaxaca, Susana Harp, el chiapaneco consideró que con esta ley el Senado “salda una deuda histórica con Chiapas y con las zonas cafetaleras del país…”
Tras ser aprobada en comisiones y presentada al pleno donde recibió gran respaldo, la ley aprobada fue turnada a la cámara de diputados donde correrá su trámite legislativo.
“Destinar recursos al café de Chiapas no es ninguna apuesta, es una inversión segura que reditúa no solo en empleos, ganancias y actividades productivas sino en fomentar una actividad económica basada en nuestras tradiciones y condiciones naturales…”, expresó ERA, mostrando que conoce la realidad de esta entidad que, como siempre se ha dicho, tiene todo el potencial del mundo, pero todavía le falta empuje y despegue…
Aderezos
-Esta semana se espera la visita de Adán Augusto López Hernández a Chiapas. Podría ser por ahí del miércoles cuando uno de los aspirantes más fuertes a la candidatura presidencial de Morena haga acto de presencia en el terruño, donde ahora el “guinda” es el color que predomina…
-Febrero loco: mientras en el Norte de Chiapas y otras regiones había frío y lluvia, en la Costa de la entidad elementos de Protección Civil de Arriaga y Tonalá tuvieron que luchar contra un incendio de pastizales al lado de la carretera que une a ambos municipios. Y algunos todavía se resisten a creer que el cambio climático es real…
-Se viene en los próximos días la elección de la dirigencia de la Sección 7 del SNTE, uno de los brazos más fuertes de la CNTE. Al unísono: todos quieren que se vaya Pedro Gómez Bahamaca y que no deje a uno de los suyos. Por qué, porque dicen que se ha servido con la cuchara grande…
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