Ciro Castillo
Me atrasé en el pago de mi recibo mensual de agua potable y me tocó ir a una sucursal del Smapa que se ubica en la colonia 24 de Junio, donde, por cierto, es la 1:30 de la tarde y todos los trabajadores parecen estar en una especie de “hora del pozol”.
En cuanto termino de realizar mi correspondiente aporte a las arcas municipales, camino unos metros y voy a un negocio de frutas y verduras.
Dos muchachos que no rebasan los 25 años de edad atienden este local que está bastante surtido y se nota que el negocio va bien.
Ambos, con corte casi a rape tienen rasgos indígenas y así lo confirman porque se comunican en su idioma (tseltal, supongo) cuando este “tecleador” busca un manojo de hierbabuena que no encuentra a la vista.
Llama poderosamente mi atención la música que tienen puesta en una bocina que está conectada al celular.
Suena un género que por algunos es conocido como “bélico”.
Mientras termino de realizar mis compras escucho al menos dos piezas de su “play list” en las cuales se hace una evidente apología de la violencia que se genera mediante la delincuencia organizada, particularmente el narcotráfico.
En una de ellas, alcanzo a captar, un hombre habla de que es “bien rifado”, que tiene botas tipo militar, chaleco táctico y que está armado hasta los dientes.
Relata, de acuerdo con la letra de la canción, que él genera miedo cuando pasa en alguna “troca” para defender a su patrón, el cual, hoy puede ser uno y mañana otro, lo cual no importa tanto, dice.
Lo curioso, me parece, es que ambos muchachos que trabajan en el negocio de frutas y verduras se saben la canción, la cual, por momentos, tararean. Quizá si no hubiera más clientes la cantarían a “pescuezo abierto”.
Irónico, pienso para mis adentros, este, como otros negocios (afortunadamente en la capital del estado no estamos en esos niveles) podrían ser blanco de esa delincuencia a la que en las canciones se hace alarde.
Por eso hemos dicho, ahora y antes, qué paquete tan difícil para los próximos gobiernos conseguir una mejora en el tema del combate a la delincuencia organizada.
Sí es una cuestión de dinero porque, ante tanta pobreza, los billetes seducen, sin embargo, el problema es más profundo, es falta de educación y una especie de subcultura que está muy enraizada…
¿FENTA… QUÉ?
Hasta hace algunos años la palabra “fentanilo” no estaba en el radar de las autoridades y menos, de la población común y corriente.
Hoy, sobre todo en Estados Unidos, se tienen reportes de hasta 100 mil muertes por una droga sintética que, dicen, resulta muy adictiva y, sobre todo, fatal, cuando hay una sobredosis.
Pero en México, indica un reporte de El Universal de esta semana, la situación no es nada halagadora, pues entre 2019 y 2023 hubo un disparo en el número de atenciones médicas en hospitales públicos y privados por el consumo de esta sustancia que, antes, han expresado las autoridades de Seguridad Pública Federal, solamente se utilizaba con fines medicinales.
En 2019 hubo 25 casos y en 2023 518, señala el reporte periodístico que se basa en el “Informe sobre la situación de la salud mental y el consumo de sustancias en México 2024”, elaborado por el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama).
Durante un largo rato en este sexenio, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, “sostuvo” que en el país no se fabricaba este tipo de drogas y menos que se consumieran.
Con el paso del tiempo, terminó por aceptar que sí se fabricaban, aunque dijo que mucho del producto llegaba desde Asia y luego se introducía a Estados Unidos.
Más adelante reconoció que ya había consumo en algunos estados, pero acudió a los valores familiares para que este problema no creciera.
La realidad, de este y otro tipo de problemas de adicciones de sustancias prohibidas y no prohibidas, es que están ahí pero no se les ha dado la importancia adecuada o no se han buscado los mecanismos suficientes para enfrentarlos.
Algunos seguimos creyendo que liberar las drogas tal vez ayudaría porque habría menos negocio clandestino y una mejor regulación. Otros, consideran que sería un grave error porque se fomentarían las adicciones, sin embargo, mientras no haya un debate serio el problema sigue creciendo y muy rápido. Caemos en la seducción…
ADEREZO
-Hasta poco antes de los Juegos Olímpicos de París, Francia, el nombre de Alejandra Estudillo no figuraba en el mapa deportivo mexicano o, al menos, no era tan conocida en nuestro querido Chiapas. Con el paso de las semanas y la cercanía a esta justa veraniega supimos más de ella, pues es la única chiapaneca que asistió a este evento, además de un practicante del tae kwon do en paralímpicos, además de la campeona olímpica Aremy Fuentes, en levantamiento de pesas, quien esta vez no clasificó pero fue contratada como comentarista en Claro Sports, amo y dueño de las transmisiones. Hoy, con orgullo podemos decir que la originaria de Ixtacomitán clasificó a la final de clavados en trampolín de tres metros. Lejos del resultado que tenga, ya es una campeona…
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