Ricardo Aguilar Gordillo
A escasos 30 días de Eduardo Ramírez Aguilar como gobernador, son ya evidentes los cambios de gran calado en diferentes áreas de nuestro entrañable estado y así lo está percibiendo y sintiendo el pueblo chiapaneco en su día a día.
Para empezar, es destacable la enorme presencia que tienen hoy las mujeres en el gobierno de Eduardo Ramírez Aguilar cuya representación de género, marginada injustamente durante décadas, es hoy una nueva realidad.
También es notable la incorporación al gobierno de cuadros jóvenes y personajes experimentados, cuya perspectiva -bien conjugada- será para bien de una nueva clase política, preocupación de la nueva ruta transformadora, pues permanecer requerirá de políticas públicas eficaces e innovadoras.
Eduardo Ramírez y su equipo han iniciado con renovadas energías; enfrentando con determinación y sin tardanza los problemas más ingentes. Sin tardanza; pero sin improvisar, lo que da cuenta que conocimiento de la realidad y sensibilidad social mejoran la percepción y genera sentimientos esperanzadores.
Es clara la determinación de enfrentar el tema de inseguridad, no sólo como la mayor preocupación del pueblo sino como prioridad de este gobierno para reducir drásticamente este azote.
También vemos una nueva visión y acción de gobierno respecto a los pueblos originarios. Desempolvar problemas añejos, escuchar y atender, será el signo distintivo y permanente en el diseño de políticas hacia este sector, pues ahora se trata de articular historia, cultura y modernidad en beneficio de un sector siempre importante del pueblo chiapaneco.
Como dijera el poeta Antonio Machado «Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nuca se ha de volver a pisar »
Seguiremos…
