José Antonio Molina Farro
“Antaño fingíamos creer en público, pero en privado éramos escépticos o hacíamos burlas obscenas de nuestra fe pública. Hoy solemos profesar en público una actitud escéptica, hedonista, relajada, pero en privado nos acosan las creencias y las más severas prohibiciones.”
Lacan
Falleció hace 10 años, el 24 de enero de 2011. “El hecho de que el Papa Francisco tenga un momento de oración, de silencio frente a la tumba de jTatik Samuel es sumamente significativo, es avalar un trabajo, un caminar de 40 años. Muy semejante al obispo defensor de los pobres, Fray Bartolomé de las Casas”. Javier Avilés Arreola, párroco de Bachajón.
Sin duda es un punto de referencia del sentido de la fe, un defensor de los derechos de los pueblos indígenas de México y de América Latina. Como todos los grandes personajes, controvertido y polémico. Abrazó la Teología de la Liberación, al igual que Helder Cámara, otro símbolo de esa teología, ´si doy comida a los pobres, ellos me llaman santo. Si pregunto por qué los pobres no tienen comida, me llaman comunista´. Dicha teología pone de relieve el privilegio evangélico de los pobres y fue acusada de promover la violencia y fomentar la lucha de clases. Hay controversia sobre su inspiración marxista, pero lo que sí exhibe es el despojo de unos pocos que se enriquecen con el dolor, el trabajo y el sufrimiento de muchos. No se olvide que en 1967 en la Encíclica sobre el Progreso de los Pueblos, el papa Pablo VI denunció el capitalismo como “sistema nefasto” y como “imperialismo internacional del dinero”. Don Samuel se confrontó con la jerarquía católica y fue vinculado con la formación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, un levantamiento que transformó drásticamente la situación socio política de la entidad y generó el desplazamiento de decenas de miles de personas en distintas regiones del estado, de 1994 a 1998. Este levantamiento fue considerado “el jardín moral de los intelectuales” de izquierda en Europa, una especie de tabla de salvación, “el socialismo no ha muerto”. En el año 2000 don Samuel Ruiz fue reconocido con el Premio Simón Bolívar de la UNESCO, por su trayectoria y compromiso en la construcción de la paz y sus aportes a la promoción del respeto de las minorías y los derechos humanos.
Conocí al jTatik en 1994, fue mi primera parada, en mi calidad de Vocal Ejecutivo del Gobierno de Chiapas para los Compromisos de Paz. Ejercía su apostolado sin respiro y sin cuartel. Pero más que hablar de mi experiencia personal, por su riqueza analítica y conceptual quisiera referirme a la conversación que sostuvo con Enrique Krauze en 1998. Permítaseme el parafraseo de algunos aspectos esenciales. Estaba auténticamente atribulado por el brutal maltrato y discriminación hacia los indios. El asco racial era evidente, los indios bajaban de las aceras para ceder el paso a los blancos. Le informaban que algunos patrones azotaban a sus peones acasillados y les pagaban con vales de las tiendas de raya. El historiador prosigue, “Fray Gonzalo Ituarte piensa que se asemeja al profeta Amós: {{ El profeta sensible al escándalo de la injusticia}}. Hubo un punto de inflexión, el inicio del proceso de conversión del obispo, en el histórico concilio vaticano II convocado por Juan XXIII, “Allí se clarifica y determina la misión constitutiva de la iglesia: si no está en una adecuada relación con el mundo estructural de la pobreza, dejará de ser iglesia de Jesucristo”. Hay momentos axiales, la creación de escuelas de formación catequética para indígenas y la II Conferencia Episcopal Latinoamericana. Ahí se perfila con claridad la Teología de la Liberación, la Iglesia Latinoamericana no acepta sólo el asistencialismo para combatir la pobreza, al “análisis genético-estructural que explica el subdesarrollo del Tercer Mundo como un subproducto del desarrollo del Primer Mundo”. Uno de los principales formadores de catequistas, Javier Vargas nos remite a un documento fundacional, versión autóctona de la Teología de la Liberación, política, porque las leyes favorecían a los ricos, era cultural porque los caxlanes despreciaban a los indios, era religiosa porque no honraban a Dios. La única solución era fortalecer a la comunidad. El hombre nuevo, el hombre comunitario, hermanado por el espíritu. Para Krauze la Teología de la Liberación considera elementos científicos del marxismo, como la lucha de clases y el trabajo enajenado. Adicionalmente busca una salida pacífica para que los pobres se liberen, sin excluir la apelación a la fuerza como último recurso. Don Samuel habla de Jesús como el {{profeta revolucionario}}, interpreta que ante la pregunta “¿Luego tú eres Rey?” provocó la violencia contra sí mismo de una manera consciente y serena, arrostró el conflicto y no retrocedió ni aun ante la muerte”, luego entonces, desprende Krauze, “si un pueblo oprimido quiere liberarse, puede… seguir el camino del redentor. Va más allá, parece derivar hacia una legitimación de la violencia…No sólo la violencia martirológica, sino la violencia redentora”.
El historiador piensa que Samuel Ruiz y su diócesis conocían perfectamente los pasos y golpes del neozapatismo, pero que el movimiento los había rebasado. Finalmente, el jTatk considera que su figura no tiene importancia, más que la de “haber dado voz a quienes no la tienen, al verdadero sujeto de la historia, a los indios”. Lo que importa para don Samuel “son los procesos colectivos que se imponen sobre el individuo y determinan su destino”.
Krauze se despide de don Samuel con la convicción de pertenecer a dos mundos muy distintos: “la tradición liberal humanista frente al redentorismo. Su lucha social ha sido formidable, pero su apelación a la violencia justa sancionada por la divinidad –por más sutil que fuera- me parece inadmisible…Y, sin embargo, no cabe duda de que el carisma existe: si me quedara dos días más, terminaría convertido por el converso”.
P.D.
El 10 de diciembre de 2021 El H. Ayuntamiento de San Cristóbal de las Casas entregó al vicario Gonzalo Ituarte la medalla Fray Bartolomé de las Casas. Un merecido reconocimiento.