Ciro Castillo
Hace poco tuve la oportunidad de conversar con uno de mis lectores, a quien me encontré en una tiendita ubicada al Oriente Norte de Tuxtla Gutiérrez, comprando un ejemplar del periódico Cuarto Poder.
Después de una presentación, de ambos, me soltó a rajatabla por qué Eduardo Ramírez Aguilar debe ser, primero el abanderado de Morena, que ya lo es, y posteriormente (la probabilidad es muy alta) el gobernador de Chiapas.
Me expresó su insatisfacción porque la mayoría de quienes se precian de ser políticos son unos antes de tomar el poder y son otros cuando ya se sientan en la silla, en este caso de la gubernatura.
Aceptó logros en el sexenio de Rutilio Escandón Cadenas, pues consideró que antes, los que le antecedieron dejaron un completo desorden, por lo cual, era cosa de aplicarse un poco, y el oriundo de Venustiano Carranza lo ha conseguido.
¿Por qué razón Ramírez Aguilar? Me reiteró, pero agregó que el Jaguar Negro fue funcionario en el sexenio de Manuel Velasco Coello y, además, militó en el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Le respondí con argumentos que he plasmado antes en otras de mis publicaciones, desde hace años.
Eduardo Ramírez, a diferencia de muchos de los que han llegado a la gubernatura viene desde abajo. Podemos decir, le precisé, sin temor a equivocarnos, que “es pueblo” y que es como uno de nosotros.
Él, como a muchos de nosotros, le señalé, seguramente le costó tener la oportunidad de concluir una carrera y, muchas veces, ha de haber pasado hambre para costearse sus estudios.
A diferencia de otros que aspiran o aspiraban, proseguí, ha caminado en combi o en taxi, cuando menos. No tuvo las facilidades que otros que nacieron en cuna de oro.
Pero, además, complementé, tuvo una importante gestión cuando fue secretario general de Gobierno, y basta recordar el crecimiento que tuvo el Partido Verde, en su momento, para ver la influencia de su mano.
Más todavía, le dije, el hoy precandidato tuvo un gran crecimiento político durante su estadía en el Senado de la República, desde donde logró construir acuerdos con la cúpula de la política nacional, pero no abandonó a su estructura local.
Para rematar, le agregué, tiene la particularidad de que no se avergüenza de su color de piel, sino todo lo contrario. No sé si realmente convencí al lector de mi punto de vista, pero creo que lo hice pensar…
Ocaso sexenal
Parece nada, pero estamos a días de que se lleve a cabo la elección presidencial y a meses de que Andrés Manuel López Obrador entregue la banda presidencial.
Parecen lejanos aquellos días en los que el tabasqueño se paseaba por los pasillos de Palacio Nacional, a la par de Enrique Peña Nieto, quien pareció entregar el poder meses antes de que AMLO, oficialmente tomara posesión.
Algunos creen que EPN negoció con el fundador de Morena, pues aunque le ha tocado uno que otro “elotazo” en la mañanera, las baterías de López Obrador se han enfocado más en Felipe Calderón, Vicente Fox, y hasta Ernesto Zedillo y Carlos Salinas.
Apenas la semana pasada, AMLO y Zedillo se enfrascaron en una serie de dimes y diretes, que muchos disfrutaron.
Quien gobernara de 1994 al año 2000 soltó algo así como que existe un riesgo por el populismo en la región.
El creador de la mañanera y Claudia Sheinbaum se sintieron aludidos, acusaron recibo y le respondieron al expresidente, a quien se le ha criticado siempre por el rescate de bancos quebrados, resumido en la palabra Fobaproa.
La realidad es que tanto Zedillo como López Obrador tuvieron sus aciertos. La canija realidad, que es caprichosa, nos indica que el país ha avanzado, pero hay muchas cosas que no han cambiado ni cambiarán.
Simplemente, ambos políticos, quienes tuvieron sus raíces en el viejo PRI, del cual todavía quedan varios personajes “vivos y coleando”, tienen visiones diferentes del mundo y de la forma de gobernar, pero, si nos pusiéramos a escudriñar también tienen coincidencias.
En fin, lo que se dice y hace en estos tiempos tiene que ver con los procesos electorales, que ya comenzaron y que están próximos a definirse…
Aderezos
-Queda claro que el cargo no hace al funcionario, sino el funcionario al cargo. Eso ha sucedido con el titular de Salud, José Manuel Cruz Castellanos, quien dio vida a la dependencia en la que se mantiene, tanto, que le alcanzó para ser virtual candidato al Senado de la República.
Tanto que se le criticó al funcionario de bata blanca, pero este continuó su camino, y aún ahora que ya tiene asegurada su participación, continúa con su labor.
Se valen las críticas, como de que no, pero también se vale reconocer el trabajo de las personas…
-Bien hizo la delegación del INAH en salir a desmentir que cuatro zonas arqueológicas están sin acceso por problemas con la delincuencia organizada.
Se trata de Yaxchilán, Bonampak, Toniná y Lagartero, ede acuerdo con información del reportero de Cuarto Poder, Daniel García.
Todo se originó por una serie de publicaciones en redes sociales, donde, es verdad, la denuncia es buena, pero en ocasiones, esa misma se distorsiona…
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