Sr. López
Hemos comentado antes sobre el “quedabienismo” nacional, ese estado de alerta permanente del tenochca estándar, para no quedar mal con nadie: decir lo que supone quiere oír el otro; evitar el uso de términos que pudieran resultar ofensivos; mostrarse de acuerdo en lo que supone piensan los demás; no ir contra corriente. “Caer bien” como principio vital.
Sin embargo, supone uno que los presidentes de México están exentos de “quedabienismo” y no, son tan mexicanos como cualquiera y a la hora buena, se dejan llevar por el caer bien a cualquier precio. Ni modo.
No sé a usted pero a este menda le dan vergüenza la actitud casi excesivamente amigable y las sonrisas constantes de nuestro actual Presidente con el Biden, quien vino a la reunión trilateral, Cumbre de América del Norte, con el Primer Ministro de Canadá Justin Trudeau y nuestro Ejecutivo. Y don Biden será o no muy decente, pero personifica todo lo que el huésped de Palacio Nacional detesta, en lo económico, lo político y el trato con América Latina entera. O lo que dice detestar, ya no sabe uno a qué atenerse.
También da penita que el primer logro que presumió nuestro gobierno fue que el Air Force One que trajo a Biden, aterrizara en el AIFA (que le gustó mucho, presumió nuestro Presidente… arde la cara), y el tufillo de orgullo porque le dio aventón en ‘La Bestia’, el auto oficial en que transportan al Presidente del país más poderoso del mundo en donde quiera que esté del mundo (una limusina que es un tanque disfrazado -ocho pulgadas de blindaje-, fortaleza rodante de 10 toneladas de peso y 15 millones de dólares de costo, invulnerable a radiaciones atómicas y sustancias tóxicas; y traen dos idénticos, siempre… habían de tomar ejemplo de nuestro presidente en su Tsuru).
Antes de la reunión trilateral don Biden mandó un tuitazo diciendo a las claras qué asuntos se iban a tratar: tráfico de drogas (en especial el fentanilo), cambio climático, migración irregular, mencionando que “nuestra asociación es crucial para obtener resultados concretos”. Y México antes de esta Cumbre aceptó recibir 365 mil migrantes anuales expulsados de los EUA, somos en los hechos “tercer país seguro”; don Biden lo agradeció en su discurso final en el patio de Palacio Nacional (arde la cara).
Ayer, antes de ir a Palacio, don Biden en el hotel en que se hospedó, se juntó con Trudeau (por cierto, el Servicio Secreto yanqui bloqueó todo el hotel, todas las habitaciones vacías, menos la de su jefe, claro). Se han de haber puesto de acuerdo: dejarlo hablar, a fin de cuentas es el anfitrión, tratar solo los asuntos que a ellos les interesan, cantárselas claras si hace falta y a la hora de los acuerdos, chin, chin el que se ría.
Y de eso de cantárselas claras a nuestro Presidente, cuando menos pasó una vez, cuando le reclamó el desdén de los EUA y la falta de apoyo económico a América Latina y don Biden, lo contradijo porque su país destina (tira), decenas de miles de millones de dólares en el vecindario.
De lo de no reírse a la hora de los acuerdos de Canadá y los EUA con México, es porque desde antes de la reunión, Washington los hizo públicos. Joe Biden, ordenó que a las 7:00 am tiempo de la CdMx, la Casa Blanca publicara el acuerdo que iban a firmar los tres líderes continentales, sin nada, ni una coma de lo que propuso el día anterior nuestro Presidente, como la vacilada de llevar a Centroamérica el programa de Sembrando Vida que los EUA tienen implementado otro, el suyo, con mucho dinero y anticipación (no sean maloras, ya díganle al presidente López Obrador, no gana uno para vergüenzas).
No se sorprenda de que don Biden ya tuviera los acuerdos antes, que desde junio del año pasado, en la Cumbre de las Américas en Los Angeles, a la que no fue nuestro Presidente, el Canciller Ebrard representando a México, se adhirió a la Alianza para el Crecimiento Económico que propuso el Biden. Solo en los chistes el gringo es el más baboso, nos guste o no son el imperio global (y aunque no nos guste nos conviene, mucho), y su política exterior no se improvisa con cada Presidente, no, sus intereses prevalecen, por eso desde mayo de 2008, impusieron el Nuevo Acuerdo para las Américas (New Partnership for the Americas), con tres capítulos que no cambian porque el Señor de Macuspana esté alojado en Palacio: 1. Defensa de la democracia y del estado de Derecho; 2. Mejora de la seguridad y lucha contra las amenazas comunes, como el tráfico de drogas, las guerrillas y el terrorismo; y 3. Impulso del bienestar regional combatiendo la pobreza, el hambre y el cambio climático.
Nuestro Canciller, la Corcholata Ebrard, aclaró casi con alivio que en la reunión trilateral, no se trataría nada sobre energía (que ya se discute por aparte todo lo que de la política energética de la 4T indigna a nuestros socios del T-MEC, en previsión de que acabe en pleito legal, que vamos a perder).
Y sí, no se trató el enojoso asunto en la reunión, pero el tío Sam duerme con un ojo abierto y por eso, pocos minutos antes de iniciar la reunión trilateral, la secretaria de Energía de los EUA, Jennifer Granholm, le puso un tuitazo en la mera frente a nuestro actual gobierno federal, diciendo que México podría crecer cien veces (CIEN VECES) por sus abundantes recursos de energía limpia y podría convertirse en uno de los mayores exportadores de energías limpias para sus países vecinos. Doña Granholm sustentó su dicho con un análisis del que compartió la “liga”, elaborado por el Laboratorio Nacional de Energía Renovable de ellos. Y el freno es la política energética de este gobierno.
No se vaya a creer que a los EUA les quita el sueño nuestro atraso y pobreza, no, lo que sucede es que así somos malos clientes y encima les exportamos gente. El caso es que dejan claro: estamos postrados sobre un tesoro que no nos da la gana explotar (tal vez porque el Sol no se puede expropiar ni nacionalizar o algo parecido), y eso es ser pobres por gusto, o sea, pobres y tontos.