Ciro Castillo
Se puso buena la polémica por la llegada del servicio de transporte Uber a Tuxtla Gutiérrez esta semana.
Como era de esperarse, los primeros (no todos, pero sí la mayoría) en pegar el grito en el cielo fueron algunos pulpos que tienen controlado el sector desde sexenios atrás porque, claro, siempre fueron usados por los políticos del momento. El que no haya hecho campaña usando a los transportistas que arroje la primera piedra.
El asunto es que, como buenos seres humanos que son, los transportistas solamente reaccionan cuando ven “al diablo en calzoncillos”.
No podemos generalizar, pero una gran mayoría no tiene la mínima preocupación de educar a sus choferes, quienes muchas veces prestan el servicio de fea forma; aunque hay opciones, prefieren nadar de muertito, mientras salga la cuenta.
¿A quién no le ha tocado un conductor de taxi que va que “le vuela el pelo” porque tiene que cumplir con la cuota que le exige el patrón, aunque ello implique andar a prisa y poner en riesgo su integridad y del pasaje?
¿A quién no le ha tocado un taxista que va fumando o con su música a todo volumen? Está bien que a algunos nos gusten Caifanes o Los Temerarios, pero a veces se vuelan la barda.
¿A quién no le ha tocado un chofer de taxi que va prestando el servicio en short o con chanclas de pata de gallo?
Por eso es que muchos de los usuarios (igual no podemos decir que todos) escuchan Uber y dicen: de aquí soy; consideran que podría haber un mejor servicio y tarifas más cómodas, porque eso sí, discutir con un taxista o colectivero por el costo del pasaje o la “dejada” es perder el tiempo. Nunca le ganas la batalla y corres el riesgo que te mienten la madre o te deje en la esquina.
Viéndolo desde este punto de vista y desde “el lado amable”, qué bueno que se armó la discusión por la llegada de una empresa como Uber que, en efecto, también tiene sus quejas, pero al menos pondrá en ciertos apuros a estos patrones que solo esperan la cuenta que les entrega el chofer y les importa un cacahuate quién es el fulano y en qué condiciones trae su unidad…
Caliente, caliente
Quien nuevamente demostró que lo suyo lo suyo no es contar hasta diez, fue el secretario de Transporte, Aquiles Espinosa García, pues de buenas a primeras se lanzó a decir que alguien que meta su carro a trabajar a través de la aplicación Uber podría recibir hasta siete años de prisión.
La posición del funcionario recibió duras críticas, pues pareció demasiado amenazante, aunque tuviera cierta razón.
Él, un día después, ya más calmado ¿o regañado? reiteró que los únicos que pueden brindar el servicio de transporte mediante Uber son los concesionarios, es decir, los que ya son transportistas “organizados”.
A pesar de que la compañía que (bien dice Aquiles Espinosa) ha causado alboroto en otras entidadesargumenta que su intención de prestar sus servicios en la entidad está basado en una jurisprudencia que emanó de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) parece Uber tendrá que “aguantar un poco las carnes”, pues muchos transportistas, claro, llevando agua a su molino, han lanzado advertencias de que los retendrán.
Lo que debiera hacer el titular de Transporte, a quien no estaría mal que alguien le recordara que ya no son los tiempos del priismo recalcitrante de los que él gozó y formó parte, es difundir información precisa de lo que está establecido en la ley.
¿Puede, en este caso una compañía privada empezar a operar en una entidad como Chiapas, con base en una jurisprudencia nacional?
¿Si, como dice Uber, tiene un amparo federal, éste estaría por encima de una legislación estatal?
¿Realmente solo los concesionarios pueden meter sus carros al Uber?
El mismo martes fue notificada la detención de una unidad por autoridades de Transporte, pero ¿podrán detener a todas si aumentan en número?
Al final de cuentas lo importante es que el usuario tenga una mejor calidad en el servicio, no si le llevan porras a Don Aquiles, al salir de una entrevista en la que fue bien “sopeado” por César Cancino…
Don vs Don
Mario Bustamante y Bersaín Miranda son rivales en el gremio transportista y cuando pueden se echan sus habladas. No creemos que sean malas personas, pero ninguno de los dos puede negar que han vivido “galán y bonito” a costillas de este negocio, en el que por sexenios han sido los consentidos.
Uno que otro gobernante los ha querido “meter en cintura”, pero de ahí pa’l real, ellos no pasan las de caín como es el caso de algunos choferes que apenas y completan para “la papa” y se tienen que conformar con 100 pesos al día, a veces…
Aderezos
—AMLO es un mago para poner sobre la mesa temas polémicos; el miércoles lo hizo de nuevo en la mañanera, al arremeter contra los videojuegos; becarios sí, sicarios no, dijo, para ponerle más sabor al caldo…
—Hablando de lo mismo, parece que a Doña Rosa Isela Rodríguez, titular de Seguridad Federal, le salen mejor las funciones de repartir vacunas en la Frontera Norte o leer decálogos, que su verdadera chamba…
—Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo indica que los videojuegos dejan más ganancias que la industria del cine y la música; por algo será…
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