Otra vuelta de tuerca: La Feria

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SR. LÓPEZ

A tía Magda le decíamos (a sus espaldas), tía Amarga (lado materno-toluqueño). Era una señora enorme de casi 1.80 de estatura, flaca como una estaca, con cara de vinagrillo y carácter de sargento prusiano con juanetes. Su matrimonio parecía película de Vincent Price (el amo de las películas chafas de terror). Su marido era tío Erasmo, un pobrecillo hombre de poco menos de 1.60 de estatura y diámetro, con carácter de novicia, que de alguna manera se las ingenió para tener dos hijos (niña y niño), con tan acre y longa dama. Tía Amarga mantenía un férreo control sobre su sufriente esposito de una manera muy simple: ella personalmente iba a su trabajo cada quincena por el sueldo completo. Un día luminoso y bendito de Dios, tío Erasmo se esfumó. Jamás se volvió a saber de él en Toluca ni en el territorio nacional. Cualquiera no.

Ayer, en un diario de circulación nacional (Excélsior), se publicó que las compras ya serán sin efectivo, sólo con códigos QR y los pagos en tienditas o grandes centros comerciales podrán hacerse con un celular y sin efectivo con el sistema de Cobro Digital (CoDi), a través del escaneo de códigos QR y la aproximación de un dispositivo (…). La plataforma funciona en un esquema 24×7 hasta por un monto de ocho mil pesos, sin pagar comisiones. ¡Zambomba!

Y en “UnoTV.com, encabezaron: “Adiós al dinero en efectivo y tarjetas, ahora podrás pagar así”; y dentro de la nota: “La plataforma de Cobro Digital (CoDi) que permite realizar transacciones con sólo un teléfono inteligente ya es una realidad operativa, pues este 30 de septiembre inició su lanzamiento a nivel nacional (…) el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León Carrillo, señaló que varias instituciones ya están probando CoDi con cuentas y recursos financieros reales para ajustar los detalles finales del proyecto (…) extiende la posibilidad de que pueda ser utilizado por todo el público que cuente con un teléfono inteligente, para lo cual sólo requiere abrir o contar con una cuenta bancaria”. ¿Nos debe dar gusto?… ¡claro que no!

Si quiere usted saber con certeza que ha perdido por completo esa cosa que se llama libertad, entérese que el camino más directo es la desaparición del dinero en efectivo. No son agüitas de abril. El uso dinero contante y sonante es uno de los indicadores más firmes de que una sociedad es libre. Imagine usted que el gobierno, con un teclazo le puede paralizar por completo su capacidad de pago, de compra. El sueño húmedo de Hitler, Stalin, Franco y Stalin. Y como la tecnología avanza que es una barbaridad, al rato podrá ser con la huella digital o el iris del ojo.

Estas cosas suelen presentarse como seguridad: ya no se necesita andar cargando billetes (¡lo vayan a asaltar!), reactivación del comercio y ampliación de la cobertura territorial (¿hay algún lugar del país en que no se reciba dinero?); también se alega que esto ataja el lavado de dinero, se identifica al comprador de un chicle, un panqué o una Coca Cola… con nombre y apellidos, ubicación física, etc. Además, ¿por qué razón del Diablo hemos de pagar comisión -con monto por determinar-, después de 8 mil pesos?

No será posible desaparecer (al menos en el largo plazo), el uso del dinero: ni todos los mexicanos tienen celular, ni todos tienen cuenta de banco. Pero la intención ahí está y es del todo y completamente contra lo más básico de la Constitución, no ahorita, que es “voluntario”, pero costumbres hacen leyes.

Además, mientras sea voluntario, no será tan popular, ni sirve para cerrar una de las muchas puertas del uso de dinero mal habido, que ya veremos a la delincuencia organizada, secuestrando gente para que el dueño del celular vaya a hacerles sus compras, sacar efectivo, o tramitando masivamente tarjetas de crédito obtenidas en nuestra larga frontera con los EUA, donde sin trámites le dan lo que pida si les lleva dinero.

El dinero se denomina en el Banco de México (BM) de las siguientes maneras:

M0: la cantidad de billetes y monedas en manos de los ciudadanos, además del dinero que los bancos tiene en sus cajas, y depositado con el banco central.

M1, es el M0 más los depósitos corrientes de los ciudadanos, a los que tienen fácil acceso para gastar. Al 19 de agosto pasado (dato oficial del BM), en el país esto suma 4 billones 404,869 millones de pesos.

M2, es el M1 más los depósitos existentes a corto plazo (hasta un año). Al 19 de agosto pasado (dato oficial del BM), en el país, esto suma 9 billones 85,967 millones de pesos.¿De veras creen poder sustituir esta monstruosidad de dinero?

M3, incluye M2, sumando todos los depósitos, incluyendo depósitos a más largo plazo.

M4, es el M3, más depósitos adicionales, como los depósitos de extranjeros en el país y los depósitos de las entidades y dependencias del gobierno.

Aparte, existen los fondos monetarios (money market funds), que son gestionados por profesionales, incluidos títulos de deuda, pero que dan fácil acceso a los depositantes. Algunos de estos fondos incluso, emiten tarjetas de crédito y talonarios, para permitir más fácil gasto.

Mal camino este. Malo y equivocado. Esto, como sustituto potencial del dinero en efectivo, ni resuelve problemas de delincuencia, ni reactiva el mercado, a ver si entienden: la gente lo que no tiene es dinero. Es una tendencia mundial, restringir el uso de dinero en efectivo, como método infalible de control de toda la población.

Sobre este maravilloso modo de pago, la Asociación de Bancos espera que para 2020 haya 37 millones de personas pagando con este sistema. ¡Malhaya!

Bueno. Si esto diera certeza de que la delincuencia organizada, los gargantones del gobierno, los petacones millonarios se van a portar bien, lo aceptaríamos, pero nada de eso sucederá. Se van a popularizar las tarjetas extranjeras, el uso de dólares y mil trampas más. Pero a nosotros los tenochcas simplex, a la larga nos será ilegal usar dinero en efectivo, último bastión de nuestra privacidad y libertad. Otra vuelta de tuerca.

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