Sr. López
Tío Lucho (Luis), dejó Autlán siendo niñito. Huérfano de padre y madre, dejó la casa de su abuela y se echó a andar sin saber que iba a Guadalajara, a pasar hambres. Muchos años después y a fuerza de deslomarse, hizo una fortuna con un abarrote enorme que era una mina de oro. Viejo, viudo y sin hijos, se juntó con la parentela en el pueblo, para decirles que iba a heredar su dinero a partes iguales entre todos, pero la tienda, no, esa era para un sobrino, que se iría a trabajar con él para enseñarle, que ellos decidieran cuál porque no los conocía. Después de algunas semanas (y pleitos), le recomendaron uno que estaba en París haciendo un doctorado en matemáticas, con una beca del gobierno porque era el mejor de su generación. Contaban que tío Lucho respondió algo así como: -No, ese sirve para estudiar, que estudie… a mí, mándenme uno fuerte y bronco, que nomás no sea retrasado mental para que aprenda el negocio -sabio el tío.
Ya hemos comentado que doña Sheinbaum a diferencia del actual inquilino de Palacio, es muy inteligente. ¿Cuánto?… mire:
Es licenciada en Física, con maestría y doctorado por la UNAM; estudió en el Lawrence Berkeley National Laboratory, del Departamento de Energía de los Estados Unidos; egresada del Programa de Estudios Avanzados en Desarrollo Sustentable y Medio Ambiente del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales; también egresada del Programa de Estudios Avanzados en Desarrollo Sustentable de El Colegio de México; miembro del Sistema Nacional de Investigadores de la Academia Mexicana de Ciencias e investigadora titular del Instituto de Ingeniería de la UNAM. Y formó parte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU que recibió el Premio Nobel en materia de cambio climático.
Así mismo, destaca por sus publicaciones académicas. La organización ResearchGate que ofrece en internet acceso a artículos y foros científicos, que cuenta con arriba de 35 millones de documentos, registra 70 publicaciones de doña Sheinbaum con miles de lectores. Dice esa organización mundial que dado el interés en sus publicaciones, es una “reconocida líder de opinión en materia energética”, por encima del 94% de los miembros de ResearchGate. Sesos en funcionamiento pleno, le sobran.
Bueno, ya sabemos que para estudiar es buenísima. ¿Y para gobernar?…. eso sí es otro cantar. Antes de ser lo que ya es -próxima Presidenta de México-, fue Secretaria de Medio Ambiente de 2000 a 2006, del entonces D.F., a las órdenes de López Obrador que era el jefe de Gobierno, y curiosamente asumió la responsabilidad de la construcción de los segundos pisos del periférico, en lugar de la Secretaría de Obras Públicas a cargo de César Buenrostro Hernández; la historia es sabida: rumores feos de contrataciones peculiares y costos raros; reserva por 10 años de la información de esas obras (negado insistentemente por la señora); publicación en la Gaceta Oficial de la hoy CdMx en febrero de 2005, del acuerdo para desclasificar la información. Rumores, muchos rumores, mentirijillas y reserva de información, diga lo que diga.
Luego fue Jefa Delegacional de Tlalpan de 2015 a 2017; le tocó lo del derrumbe del Colegio Rébsamen, con la muerte de 19 niños y siete adultos; hubo insistentes acusaciones de que doña Sheinbaum permitió la operación del plantel a sabiendas de que su construcción era irregular. Acusaciones injustas todo hay que decirlo, pero doña Sheinbaum determinó que toda información relacionada con el Rébsamen sería “clasificada como restringida en la modalidad de reservada”. Otra vez a esconder información. Mal asesorada o vaya usted a saber qué, doña Sheinbaum negó y niega insistentemente esa reserva, pero así fue y lo denunciaron airadamente el abogado y los padres de los niñitos muertos. Fea cosa.
Luego de ganar la elección, llegó a Jefa de Gobierno de la CdMx de 2018 a 2023. Ya sabe: se cayó un tramo de la Línea 12 del Metro (construida por don Ebrard, no por ella). Hubo 26 muertos y más de 100 heridos, 65 graves. La Línea y ese tramo tenían reportes de fallas, muchos. Doña Sheinbaum anunció la contratación de la empresa noruega Det Norske Veritas (DNV), de enorme prestigio internacional, para realizar los peritajes que permitieran saber qué pasó. Los dos primeros informes que entregó DNV, aludieron a fallas de construcción, doña Sheinbaum los hizo públicos; el tercer informe, añadió que hubo fallas de mantenimiento (de la responsabilidad última de ella), y que la Línea no estaba en condiciones para seguir en funcionamiento; doña Sheinbaum tachó de “tendencioso y con sesgo político” el informe, demandó por la vía civil a DNV, no les pagó y amagó denunciarlos penalmente; eso sí, se reservó el informe. Otra vez esconder la información como último recurso.
Pero doña Sheinbaum también es brava. Ha perseguido judicialmente a varios alcaldes y exalcaldes de la CdMx, opositores a ella, por ejemplo, Mauricio Toledo, experredista que le reventó con porros dos mítines (huyó del país); Christian von Roehrich (detenido), Santiago Taboada, Mauricio Tabe y Sandra Cuevas. Dejada no es.
Más bien, es dura; recuerde lo que dice la periodista Elena Chávez en su libro ‘El rey del cash’: “Un día después del bochornoso momento (el video de bejarano recibiendo dinero de Ahumada Kurtz) (…) López Obrador mandó a llamar a su gabinete montado en cólera para preguntar si sabían de alguien más que hubiese ido a ver al empresario argentino (…) para recibir dinero. La voz de una mujer se escuchó en el grupo, era Claudia Sheinbaum, confesando que su esposo, Carlos Ímaz, entonces delegado de Tlalpan, también había visitado a Ahumada y también había recibido dinero”. Ojalá no sea cierto.
Igual, dicen los que dicen que saben que doña Sheinbaum ha cometido esas pifias de andar escondiendo información y correteando opositores, porque eso ha ordenado su mentor y Jechu (Jefecito Chulo), pero, entonces, la conclusión es que ella no sabe gobernar sino obedecer.
¡Oooremos…!