LA FERIA/ Sr. López
Fue una tragedia la muerte del primo Héctor, que a los ocho de edad se ahogó en Chapultepec. Se cimbró toda la familia. En el velorio, lloraron hasta los empleados de la funeraria. La mamá, tía Tita (Martha), desecha, derrengada en un sillón, mirando al piso, incrédula, apretando su rosario, ya lloraba mansamente, agotada, y de repente se le acercó el primo Danielito, el de cociente de inteligencia de ostión, y le dijo que si le regalaba la bicicleta de Héctor… los que oyeron semejante barbaridad, pusieron ojos de plato y vieron a tía Tita alzar la cara y al verlo, sonreír tristona diciendo: -… sí, Danielito, ve por ella -un tonto no ofende.
En el mundo, los asuntos que merecen atención y se debaten en los medios de comunicación, son en torno a la guerra de Rusia contra Ucrania; la guerra de Israel contra Gaza; la posibilidad de que Irán desarrolle bombas atómicas; la amenaza de Corea del Norte -septiembre pasado-, de “incrementar exponencialmente sus armas nucleares”; las atrocidades que suceden en las 25 guerras civiles y conflictos armados, en África; el rompecabezas de la inmigración ilegal hacia Europa; la grave cuestión del incontenible descenso de población en 50 países; y muchos más temas, todos gordos.
Pero con foquitos de marquesina de cine, el peor problema de todos; el encontronazo de EEUU versus China, que si le va bien al planeta queda en guerra comercial, con desorden del intercambio global, inflación descontrolada y otras lindezas.
Pero si no nos va tan bien, China puede desatar una guerra tecnológica que deje al mundo con la internet dislocada; imagine que no funcione su teléfono celular, que no pueda usar sus tarjetas de crédito o débito, que no puede retirar dinero del banco porque desaparecieron todos los saldos de todas las cuentas de todos los bancos de Occidente; sería una pesadilla, colapsarían los servicios de electricidad, se paralizaría el comercio local e internacional, para ni mencionar que las potencias nucleares, por ejemplo, Rusia y EEUU, recibirían falsas alarmas de ataque atómico. Ni Dios lo mande (pero de China, ni el Trump se burla).
Mientras, en esta nuestra risueña patria, los temas son, la más reciente (que nunca última), majadería del Noroñas en su gustado papel de presidente del Club de la 4T, antes Senado; la aprobación en santa paz para malversar le-ga-li-to, el dinero de los trabajadores en el Infonavit; la científica explicación de lo normal que es el agua en nuestro petróleo, por la que nos dejan de comprar en los EEUU (sin saber que en México, tradicionalmente, hasta la leche tiene agua, digo, de qué se asombran)..
Lo anterior más otros trepidantes asuntos como determinar si Dos Bocas es refinería de petróleo o nada más refina caudales públicos; disfrutar en YouTube la nueva vulgaridad de doña Batres, la dama del buen decir ministra del pueblo; el pleito máscara contra cabellera del Monreal contra el Adán Augusto; y pero-por-supuesto, si Andy, el hijito del papá nacional (padrote de la patria), afiliará 10 millones de gallardos mexicanos a Morena, sin usar (claro que no, no son iguales), ni un solo nombre de los 17.8 millones de mexicanos registrados en el padrón de beneficiarios de algún programa social de la Secretaría del Bienestar.
Aparte de otras cosas que mantienen la atención general de nosotros los del peladaje, como el apasionante caso del inocente hasta que se pruebe lo contrario, el mártir de Morelos, amo de la ‘cuauhtemiña’; mientras no salimos de nuestro entusiasmado asombro, viendo la capacidad de la Presidenta para responder todo asunto espinoso con lemas de su mero padre (el que NO vive en Palenque); la gallarda manera de la señora de Palacio para enfrentar el acoso del tal Trump; y la facilidad con que dejó muy claro que no es cierto que haya corrupción en México, como prueba la captación de impuestos (¡Zukrol!).
Y mientras el tenochca simplex promedio nivel banqueta, se mantiene informado sobre la seguridad afectiva del Cristian Nodal o el sonado éxito de Karla Panini en “Las Lavanderas” (inspirada en ‘La dama boba’ de Lope de Vega, que no se andan con chiquitas en la farándula de alta escuela mexicana).
Mientras todo eso, el pérfido tío Sam sigue tendiéndole la cama a nuestra virginal Patria (la señora de la portada de los libros de texto gratuitos… de antes).
Nada más ayer, el general Gregory Guillot, responsable de la seguridad de su país, jefe del Comando Norte de EEUU, ese, el que está integrado por fuerzas del Ejército, la Fuerza Aérea, la Marina, los Marine Corps, el Departamento de Seguridad Interior y la Guardia Costera… poquita cosa, bueno, el Generalazo en audiencia ante su Congreso, informó que está “aumentando su vigilancia de los cárteles de la droga mexicanos para recopilar información y determinar la mejor manera de contrarrestar sus actividades”, advirtiendo para que no andemos luego con quejitas, que “las autoridades mexicanas no emitieron autorización”.
A la pregunta de un legislador (de allá, no se distraiga), sobre si necesitaría un grupo de ataque de portaaviones en las aguas entre EEUU y México, don Guillot contestó: “Necesitaré un aumento significativo de la presencia marítima en cooperación con la Guardia Costera”… o sea: sí.
Pero nadie se asuste, nuestra Presidenta, siempre con mirada de águila ante cualquier acechanza contra nuestra virginal soberanía, ya ensaya el himno nacional.
Y ya de salida, otra cosa. Como parece que no es tan difícil que el Trump nos zambuta aranceles o se le ocurra alguna otra bellaquería (es muy creativo, pregunten en Groenlandia, Panamá, Canadá, Ucrania o Gaza), ayer la importante empresaria Altagracia Gómez, coordinadora del Consejo Asesor Empresarial de la Presidencia, declaró que “México tiene la oportunidad de ser líder en la nueva forma de globalización”, bonita manera de llamar a los aranceles “nueva forma de globalización” y agregó que “sin importar el escenario, México está preparado para cualquiera de ellos”.
La señora, como Danielito, no ofende.