LA FERIA/ Sr. López
Contaban en la familia paterno-autleca de un tal Simón, tipo muy bragado, de pocas pulgas y menos palabras que se fue a la ‘bola’ (la Revolución), y después de siete años lo dieron por muerto. Pero regresó. Se encontró a su mejor amigo con su esposa y su rancho a nombre del otro. Desenfundó el revólver y dijo: -La mujer es tuya, el rancho es mío -y jamás se volvió a ver a la pareja que todo pensó menos que regresaría. Historias de pueblo.
Para algunos, antier fue un día negro, por la desestimación en la Suprema Corte de las acciones de inconstitucionalidad contra la reforma judicial (que no avaló la reforma: desechó el asunto, que es distinto y por buenas razones, gusten o no). Como sea, en el ánimo de esos fue una derrota. Bueno… según se vea.
Ayer, la Presidenta en su matiné, dijo que si la Corte hubiera aprobado declarar ilícita una parte de la reforma, no hubiera desacatado, como según ella, querían sus opositores para tenerla todo el sexenio con ese sambenito como se hacía a los condenados por la Inquisición, como símbolo de infamia.
La señora no iba a desobedecer a la Corte, ella no nació en el trópico cafre (como otro que ejerció el poder siempre de malas porque usar zapatos y no andar en trusa, es una monserga… hay que entender), ella iba a acatar pero de inmediato iba a presentar otra vez la iniciativa de reforma ante el Congreso (dejando sin sus pagos de retiro a los actuales ministros de la Corte, porque se las iba a cobrar), y ¡listo!, la aprobación era segura, que para eso tiene los votos necesarios (y de pasada le daba a sus legisladores el gustazo de volver a trapear con la oposición).
El punto es que no iba a ceder, eso no, dijera lo que dijera la Corte, nada más le iba a sacar la vuelta. Ni que fuera tan difícil, que esa es la ventaja de carecer de escrúpulos.
Lo interesante es que los cuatroteros tienen ahora la Constitución como la querían, en decúbito supino para proceder a sus anchas (“position du missionnaire”), a saciar sus bajos instintos políticos de revancha… y despelote mediante, ratificar ante sí mismos que sí, que ellos tienen de las trenzas a La Patria (la señora de las portadas de los libros de texto de antes). Que la gocen.
Así, estos cochinitos gozando de sus 500 pasteles, ni tiempo han tenido de ver las reacciones del mundo por su manera de legislar a marro. Gobiernos, instituciones financieras, calificadoras, inversionistas, fondos de capital, desconfían, porque destazar al Poder Judicial, no anuncia las mejores intenciones. El Embajador de los EEUU ya dijo:
“(…) es decisión de los mexicanos (…) tienen que definir las instituciones con que ustedes van a vivir, el poder judicial es una de esas instituciones muy importantes (…) porque sin un poder judicial bueno, pues no podemos avanzar en muchos de los temas, incluso la seguridad”.
“No podemos avanzar en muchos de los temas”… en la voz oficial del gobierno de los EEUU en México. Síganle, ya regresó Trump.
Pero también se ríen en el extranjero de nuestra elección popular de jueces. En cualquier elección, el tenochca simplex, solo tiene que tachar la opción de su preferencia entre unos cuantos recuadros de partidos con los nombres de los candidatos. Y se enredan y se equivocan, por eso hay boletas anuladas. Pero la elección de los integrantes del Poder Judicial, como está planteada parece una broma pesada. Un ejemplo, en la Ciudad de México, al cívico tenochca le tocan nada más 1,179 candidatos… fácil. Y no tacha nada más, no, hay que anotar el nombre completo de los elegidos por cada quién para los cargos de ministros de la Corte, de las salas Superior y regionales del Tribunal Electoral; del Tribunal de Disciplina; magistrados de Circuito y jueces de Circuito. Y meter las boletas en siete urnas (aparte de que tienen que elegir por “paridad de género”). No hay problema, el tenochca con crayola es muy vivo.
Pregunta: ¿habrá servicio de hospedaje y alimentación para los que vayan a votar? Sí, se han hecho simulacros de esta votación (en serio), resultando que cada tenochca ansioso de elegir ministros, magistrados y jueces, tardará cuatro horas en ejercer patrióticamente su derecho al despelote judicial.
Pensemos que esos simulacros se hicieron mal o de mala intención y que solo tardará media hora cada elector (escribiendo rapidito)… bueno… cada casilla tiene capacidad para 750 electores, si la abstención fuera del 80% y votara solo el 20%, a cada casilla acudirían 150 personas, que se van a tardar 75 horas votando, se lo rebajo a 72, tres días…. Palacio, tenemos un problema.
Pero sabemos cómo se las gasta el cuatroteismo. Van a entrenar a unos cuantos que armados con listas de nombres, irán a anotarlos en las boletas y aunque sean cuatro gatos, darán por buena la elección. Perfecto.
Doña Sheinbaum no se da cuenta que quedó de rehén de un Congreso que no controla ella, un Congreso que podrá poner cualquier barbaridad en la Constitución, sin recurso posible. Ojalá reaccione, por bien de su gobierno. Pero para lo que no tienen defensa ni ella ni Morena & Cía., es para un Congreso opositor… y en política no hay victorias seguras ni eternas. Ya se beberán su llanto cuando les volteen la tortilla con las mismas leyes que ellos impusieron tan a la mala. Su problema.
Y no piense nadie que esto va a durar décadas… por lo pronto, del 20 de enero del año que entra, al 20 de enero de 2029, van a tener que afanarse mucho para lidiar con el fétido gañán Donald Trump, que no se las va a poner fácil, ya no tiene posibilidad de volverse a reelegir y en su segundo mandato, va a actuar tal cual es: un salvaje.
Nuestra Presidenta y su equipo, no calcularon que Trump regresara a la presidencia de los EEUU. Regresó. Ayer ella dijo que va a trabajar bien con él. No señora, Trump quiere que lo obedezca, váyase enterando. Y ayer lo felicitó, había dicho que no, que se iba a esperar, como hizo su antecesor con Joe Biden, pero alguien le ha de haber aconsejado: con el Trump, por las buenas es menos malo… y es muy malo.