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El 19 de mayo de 2016 comenzó la aventura de un grupo de mujeres zoques, que decidió rescatar las comidas tradicionales que se resisten a desaparecer en esta modernidad y, de paso, darle “movimiento” al Museo Zoque que se encontraba prácticamente en el olvido.
Suri Guzmán López, odontóloga de profesión, fue quien planteó la idea a estas mujeres, muchas de ellas madres solteras, que han logrado mantener la venta de comidas tradicionales los días sábado y domingo, durante poco más de tres años.
Hay cochito, mole, pepita con tasajo, chanfaina, tortillas a mano y por supuesto, el tradicional pozol, que no podría faltar.
Hoy, a pesar del éxito conseguido por la cooperativa, quien tiene el apoyo del Presidente Municipal, Carlos Morales Vázquez, la lluvia les jugó una mala pasada y su modesto techado en el que cocinaban y servían unos alimentos fue tirado por una tempestad.
Las Mujeres Zoques Copoya, como se llama la cooperativa, requieren del apoyo tanto de autoridades como de la iniciativa privada o quien se interese en preservar la gastronomía zoque.
Suri, la principal promotora de este proyecto que es una realidad, sueña con que un día el Museo Zoque pueda volver a reabrir sus puertas y ellas continúen con la venta de las comidas tradicionales. Que sea este un lugar a donde las personas puedan aprender a elaborar comidas tradicionales y vivir la cocina tradicional.
