VÍCTOR GARCÍA
EDG INFO
Muchas veces en el deporte se conoce a los personas por su trayectoria deportiva y otras desconocemos los pasajes de su vida personal. Este es el caso del profesor Salvador Anzueto Rosales, quien asegura que su “vida es una canción”.
En una amena platica, no para hablar de deportes, el profesor Salvador Anzueto Rosales, a sus 82 años, como él dice: “tiene cuerda para rato”.
Afirma que “su vida se puede resumir en dichos y dicharachos o bien en canciones”. Por ejemplo, los poemas hablan de mil cosas, de noches azules, de estrellas, de rosas y lo que más prefiere es que le den un beso y un abrazo o que le digan te quiero como él ama al prójimo.
Jubilado por un lado con 24 años como profesor de Atletismo en el Tecnológico Regional de Tuxtla y 14 años como profesor de Educación Física en la escuela secundaria “Adolfo López Mateos” y fundador del Club de Natación “El Delfín” junto a su esposa la profesora Amanda Moguel Rodríguez, el Profe Anzueto que también es conocido como “El Buco”, señala “que la vida hay que gozarla y después vienen los recuerdos, porque también juventud hay una sola y nada más en la vida”.
Padre de 4 hijas- quienes también destacaron como grandes campeonas en la natación-, recuerda con una sonrisa las frases que a lo largo de su vida como entrenador lo han distinguido y acompañado. Aquello de ¡Conga, Conga!, que simplemente es hacer las cosas con ganas y no a medias, sino que siempre hay que salir adelante a pesar de las adversidades.
Ya encarrilado en la plática, parafrasea otra de sus expresiones: “Si quieres tener salud, dinero y fama que el sol no te agarre en la cama, levántate muy temprano, abre tu ventana y dale gracias a Dios por esta nueva mañana”.
O bien aquella otra que a le letra dice: “Yo estoy feliz con lo que soy, que no soy nadie, soy una persona amante de la naturaleza y amo a mi prójimo, me da tristeza la pobreza que sufren los mexicanos”.
Con grados de estudios en normal de educación primaria y de educación física, administración y organización deportiva en el Comité Olímpico Mexicano, el profe Salvador Anzueto reitera que su vida es una canción, porque siempre se ha inspirado en los grandes poetas musicales.
“Lo nuestro es pasar, haciendo caminos sobre la mar, hace algún tiempo en ese lugar como decía Machado” y también le gusta cantarle a Alberto Cortés aquello que dice: “No soy de aquí, ni soy de allá, no tengo edad ni porvenir y se feliz, es mi color de identidad”.
Se muestra feliz porque está con los preparativos de cumplir el año próximo los 45 años de su Club El Delfín y eso hace que su vida sea el complemento de lo que aún tiene que hacer y entona fragmentos de otra de sus canciones favoritas y expresiones cotidianas: “No tengo nada, lo único que tengo es amor para dar” o “Feliz caminando por la calles de mi ciudad que es el sendero donde vivo, por algo estoy aquí, Dios quiso que él estuviera aquí y seguiré aquí hasta que el cuerpo aguante”.
