Sr. López
28 de octubre de 2021,
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Querido amigo:
Recibí tu mensaje de ayer, me lo acaba de leer mi sobrina en su teléfono, no sé cómo hacen eso, soy viejo y de estas cosas de hoy no sé nada. Yo escribo a mano y mando por correo mis cartas. Esta, igual, ya te llegará, no hay prisa.
Me da gusto saber que te va bien allá en Estados Unidos. Acá las cosas andan mal, peor que cuando te fuiste hace ya tanto. Tenemos crisis sobre crisis, la gente vive afligida, discute por todo y se afrenta por cualquier cosa. Muchos buscan trabajo y no hay; otros pocos roban a los que apenas tienen qué comer; los demás en legión piden limosna en cruceros y de casa en casa. Este país es una vergüenza.
El gobierno ya no se entiende a dónde nos lleva, por qué pelea con tantos y machaca con eso de que todo lo que antes hicimos fue todo malo, que nos debe avergonzar y que vino a borrarle el pasado al país para rehacerlo completo, pero no hace nada. Lo que sí se nota mucho es que enseña a odiar y hay tanto que odiar según ellos, que vamos camino a odiar el país.
Nunca en mi larga vida vi triste a México, tan triste, sofocado entre mentiras, engañado con tantas falsas promesas; cansado, tan cansado de que no llegue nunca lo que nos dicen ya llegó o que ya no tarda, mientras los males nos consumieron la alegría. No hay arreglo, nos hemos resignado todos a esta lenta agonía colectiva.
No sé qué pasó pero sí te digo: no vuelvas, no vuelvas nunca, esto se arruinó y no tiene remedio.
28 de octubre de 2021.
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Querido amigo:
Se me cayó el café en la carta que te iba a mandar. La vuelvo a escribir y diré a mi sobrina que te la mande por su correo electrónico, no sé cómo, ya sabes que yo de eso no entiendo, pero quiero que la tengas pronto, hoy mismo.
Me da gusto saber que te va bien allá en Estados Unidos. Acá las cosas van mal, peor que cuando te fuiste hace ya tanto, pero no tengas duda, vamos a salir adelante, a volver a arreglar todo, que de iguales y peores hemos salido como siempre, todos, entre todos.
Igual así, ¡vieras qué lindo sigue siendo acá! No olvides nunca a tu gente ni nuestras fiestas que pobrecitas, ahora tan pobrecitas, son tan alegres. Ya lo sabes, a nosotros, tu gente, no nos vencen penurias ni tragedias y tenemos la grande ventaja de que siempre hay alguien que echa la mano al de junto, que al mal tiempo le plantamos cara y entre todos vamos tirando. De verdad, si vieras qué lindo sigue siendo tu México.
Esto de las crisis que parece no tienen fin, ha hecho a muchos mejores, la gente se ayuda y el que no puede ayudar te cuenta un chiste y te regala un momentito bueno. Hay también de esos malos que nunca faltan, los que sacan raja de los pesares, pero no son tantos y somos más, muchos más los cabales.
Viene ya la fiesta de Muertos y pondremos altares. Ahora más porque tenemos más muertos, pero en esta tu patria tan bella, has de recordar, hasta a la muerte le llevamos juerga allá, al cementerio. Ya sabes.
El gobierno, necio, va por su lado; parece convencido de que nos tragamos sus muchas mentiras y creemos sus tantas falsas promesas. Es increíble que quieran hacernos un país distinto y al gusto de ellos, y crean que nos vamos a dejar, que se nos van a olvidar sus trapacerías y tantos agravios, las mujeres desamparadas, los niños muertos, los enfermos abandonados, las pilas de cadáveres por sus abrazos a los delincuentes, por su desdén a la ciencia y falta de medicamentos.
No se dan cuenta que ahorita y por un ratito más, tienen prestado el poder, que ellos son pocos, muy pocos, que este país sin ellos se ha construido y que de nuestro pasado hay muchas cosas que nos dan orgullo y otras, las que estaban torcidas, las corregimos a tiempo o de última hora, pero enderezamos todas. Ya les llegará su momento de pagar sus platos rotos, como a algunos otros que no se hartaron de abusar y creerse indispensables. Un consejo te doy: no los maldigas que eso no sirve y hace daño, déjalos nomás a un lado y nosotros a empujar la vida para adelante, como siempre y contentos.
No tengas pendiente, ahora no sé cómo pero sí sé que antes que tarde, todo entrará en vereda y volveremos a gritar ¡viva México!, sin nadie que nos estorbe la esperanza.
Vuelve, vuelve pronto, acá haces falta y nos encontrarás mejores, todo esto que pasa fue por unos cuantos desvergonzados que no han podido volvernos malos, ensuciarnos el alma ni impedir que cantemos México lindo y querido.
Nota.- Esta Feria salió sola, por el tango de Cacho Castaña, ‘Septiembre de 1988’; si no lo conoce, óigalo, creo que le va a gustar. Cacho ya viejo, solía gritar ¡viva la patria!, al terminar de interpretarlo y la multitud coreaba, ¡viva!
