Ciro Castillo
Llegó el tiempo de los políticos y también politiqueros. De los inteligentes, de los que tienen camino recorrido y de los improvisados, sin olvidar a los que llegan al puesto apadrinados y luego resultan ser un fiasco.
Hay los que caminan en las calles de tierra, los que abrazan y besan a la gente genuinamente y los que lo hacen con asquito, los que comen en fondas y mercados, los que toman pozol para la foto y los que siempre lo han tomado porque les resulta natural, así son; también hay los que se echan su caguama.
Dice el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a quien esto de la “puebleada” le sale muy bien (no es casualidad que hable lento y presuma el acento “cojteño”), que la sociedad mexicana está politizada en el buen sentido de la palabra.
Traducido: según él, los habitantes de esta nación que recientemente fue clasificada en el puesto número 15 del mundo, respecto a su Producto Interno Bruto (PIB) por encima de España, ya no se dejan engañar tan fácilmente y se han vuelto muy “avispados”.
Sin embargo, y usted amable lector no nos dejará mentir, a veces la gente cae en el cuento o simplemente “juega al Tío Lolo” porque no hay mucho pa’ donde hacerse.
Por eso y porque los eslogan de campaña nos entran por los oídos y los ojos a través de millones de spots y de anuncios, terminamos creyendo en el canto de las sirenas y en ideas concretas y algunas sin sentido como: el cambio, el cambio verdadero, el sol nace para todos, movimiento naranja, entre otros. Son los tiempos de las ocurrencias a lo menso, como Miguel Ángel Mancera quien propuso reducir el horario de trabajo o los que propusieron ampliar los períodos vacacionales sin medir las consecuencias.
No estamos en contra de quienes tienen sus estrategias para darse a conocer y hacerse notar entre el electorado que, a decir verdad, anda más preocupado por pagar su luz y su agua, que por las campañas; sin embargo, al menos, cuando lo hagan que sean coherentes y empáticos…
En el mercado
Hace unos días vi a don Felipe Granda desayunando en el área de cocina del mercado de Los Ancianos, al Oriente de Tuxtla Gutiérrez, y pensé: le habrá dolido la panza por haber ido a probar “bocado” en ese lugar.
Lo pensé, seguramente igual que muchos internautas que miraron la publicación en redes sociales, no porque la comida en este lugar sea anti higiénica o desabrida (es todo lo contrario), sino porque el actual diputado de Morena, seguros estamos, tiene gustos más refinados.
Claro está, como decíamos líneas arriba, se aproximan las campañas y así como aparecen políticos hasta por debajo de las piedras, también abundan los que se dan baños de pueblo.
Felipe Granda, quien se ha logrado acomodar con todos los colores partidistas habidos y por haber en la capital chiapaneca, no tendría ninguna necesidad de andar haciendo maroma y teatro, pero, en fin, así es la polaca y qué más pue…
La caguama de Zoé
Debo contar, en primera persona, y a manera de contexto, que la primera vez que me tomé una caguama tenía 15 años de edad y laboraba entonces como auxiliar contable.
Mi Jefe me dijo si me tomaba una “chipotona” y sin pensarlo, acepté, para luego sentir los efectos de esta bebida de dioses que solo los que son pueblo suelen probar.
Con el paso de las décadas y la penetración de las marcas, una “patuda” se puede encontrar en diferentes presentaciones, pero aún así, no es algo que la gente de “alta alcurnia” ande presumiendo en sus redes.
Por eso, y a fuerza de ser objetivo, he de reconocer que Zoé Robledo, evidente aspirante a la candidatura de Morena al gobierno de Chiapas, haya subido a sus redes sociales una imagen en la que se lo mira echándose una caguama junto a su mamá.
Las respuestas, al menos las que yo miré, fueron desde ambas partes: las hubo las que aplaudieron y las hubo las que criticaron.
La verdad, quien le hizo la sugerencia de “postear” una fotografía de este tipo anotó un gol, porque la gente habló y habló bastante.
“Está cayendo bien Zoé por bolo”, bromeó mi amigo Fabián Álvarez, de El Parral, a quien pocos le ganan en ocurrencias y buen humor…
Aderezos
-AMLO suele disparar sin medir las consecuencias. Así le ocurrió con el excandidato presidencial, Cuauhtémoc Cárdenas, a quien calificó como adversario por haber elaborado el documento de la organización Mexicolectivo. Una vez que el ingeniero se desmarcó tuvo que meter reversa, pero el “elotazo” ya se lo había dado…
-A la titular de Energía, Rocío Nahle, le quisieron abrir el caminito para ser candidata al gobierno de Veracruz por Morena, pero la Corte le dijo que no. Cuántas veces hemos visto esa película. Gente que solo por tener sangre de cierta entidad quiere venir a gobernar cuando toda su vida ha estado fuera…
-No cabe duda que estamos atrasados. En México aún se discute la legalización de la mariguana y en cierta zona de Canadá ya aprobaron el uso de drogas duras. Que la gente se meta lo que se le venga en gana, total es su cuerpo, algo así…
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