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Ubicados a solo 42 kilómetros de la cabecera municipal de Candelaria, Campeche, los Manantiales de Pedro Baranda son un tesoro natural que deslumbra con su belleza, es un centro ecoturístico, casi desconocido para muchos, ideal para quienes buscan explorar paisajes únicos y disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza.
El agua cristalina fluye desde los manantiales formando pequeños riachuelos de hasta 3 kilómetros, que convergen en el río Candelaria, un importante afluente que fue vital para el comercio durante las épocas prehispánica y novohispana. Los tonos de azul del agua, que varían según la luz y el entorno, hacen de este lugar un escenario perfecto para fotografías y momentos de contemplación.
Los lugareños recomiendan visitar los manantiales entre enero y junio, cuando el clima es cálido y las lluvias son escasas. En esta temporada, el agua alcanza su máxima cristalinidad, permitiendo observar con detalle el fondo, las raíces de las plantas acuáticas y los lirios que adornan el lugar.
Una particularidad de los Manantiales de Pedro Baranda son las plantas acuáticas que crecen en sus aguas. Los lirios, además de embellecer el entorno, tienen un uso inusual: algunos turistas prueban sus flores y tallos, añadiendo un toque de exotismo a su visita.
Si buscas un destino único en el sureste mexicano, los Manantiales de Pedro Baranda, te esperan con su belleza inigualable y su tranquilidad incomparable.
Además de este paraíso natural, el municipio de Candelaria ofrece una rica herencia cultural, influenciada por migraciones de distintas regiones del país. La economía local, basada principalmente en la ganadería, es complementada por esta creciente atracción turística que resalta la riqueza natural de la región.
(Con información de Noé Farrera)