CIRO CASTILLO
Ni chairos ni fifís, pero a muchos nos gustaría que Andrés Manuel López Obrador tuviera los elementos para callar a Jorge Ramos, quien siempre viene a México, muy “envalentonado”, a cuestionar la realidad de un país en el que no vive.
Qué bueno sería que el mandatario mexicano, igual que lo intentaron otros que le antecedieron, tuviera éxito en el combate a la creciente inseguridad que aqueja al país desde hace dos décadas.
Aplaudiríamos los resultados, y no se trata del partido en el poder o del personaje, sino de que le vaya bien a la nación mexicana, donde, todo aquel que se dedica a trabajar honradamente lo único que desea es que no lo estén jodiendo y vivir en paz.
Lamentablemente, no podemos depender de buenos deseos, de abrazos y no balazos, pues los números son fríos y crueles. Apenas el domingo cuatro de julio, con 115 homicidios, México vivió su tercer día más violento en este sexenio. Es la maldita realidad…
LOS NÚMEROS
Este lunes, en su mañanera, AMLO tuvo un frente a frente con el periodista de Univisión, Jorge Ramos, quien puso dos temas sobre la mesa: inseguridad y muertos de la pandemia.
Aunque de las cifras del COVID19 requieren ser analizadas, por ahora nos ocupamos de la violencia rampante que no parece parar.
Es cierto, como dice Obrador, el Estado no comete masacres, pero los delincuentes se están masacrando entre ellos y han comenzado a llevarse a muchos inocentes “entre las patas.”
El caso más reciente ocurrió en Reynosa, Tamaulipas, donde más de una decena de inocentes fueron asesinados nomás “para calentar la plaza”.
También están otros hechos que ponen los pelos de punta, como Zacatecas y Aguililla, Michoacán; en éste último la población llegó a tal grado de desesperación que ha confrontado al Ejército, a quien le exigen actuar o retirarse…
TOMA Y DACA
—Su gobierno está en camino a convertirse en el más violento en la historia moderna de México… planteó Ramos
—Pues yo no coincido contigo. Fíjate que eso es lo bueno de la democracia, el que no todos pensemos igual… respondió AMLO, con su ya clásico “yo tengo otros datos”.
“Nosotros tenemos dificultad para reducir como quisiéramos el delito de homicidio, pero hemos logrado contener el crecimiento que se traía en homicidios, incluso hay una disminución desde que llegamos, si quieres marginal, del tres por ciento.”
—… no puede decir que tiene 100 muertos diarios y que esto es un éxito.
—… claro que no es un asunto fácil, ya lo expliqué, de que es un fruto podrido que heredamos.
—Lo entiendo, pero no hay resultados… No hay cambio.
—Sí hay cambio. Yo te voy a dar otro dato.
—Es que hay matanzas, hay muertos.
—Sí, pero no igual, no igual. Ya no hay masacres en el país.
—¿Y lo de Zacatecas, lo de Aguililla y lo de Reynosa?
—Esos son enfrentamientos entre bandas, pero no es el Estado, que antes era el principal violador de los derechos humanos…
Y así podríamos poner toda la conversación, pero la realidad es maldita…
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