Ciro Castillo
Genio y figura. La Maestra reapareció en la escena mediática con una entrevista concedida a tres periodistas de El Financiero Bloomberg. Había más de 600 conectados a la transmisión de Facebook Live la noche del domingo.
Elba Esther Gordillo Morales no tuvo empacho en aceptar que ha tenido una feliz luna de miel. Quién no, pensarán muchas mujeres: se casó con un hombre mucho menor que ella y, seguro, hambre no pasarán.
La comiteca sigue causando furor, al menos entre la clase política, cada que reaparece. “Coquetea” con los tiempos.
Esta vez pareció estar totalmente alejada del tema por el cual más se le conoce: la dirigencia nacional del SNTE.
Minimizó tanto a la camarilla que ahora dirige al otrora sindicato más poderoso de América Latina que se refirió a Alfonso Cepeda como “ese señor”.
GrisesLa mujer que, en algún momento de su meteórica carrera política se habló de tú a tú con presidentes de la república, ahora parece más serena y relajada.
Se refirió al PRI, partido del que formó parte, y elogió principalmente a Dulce María Sauri Riancho, a quien consideró una mujer recta; claro, trapeó con Roberto Madrazo Pintado.
Se refirió a la gestión de Andrés Manuel López Obrador, al cual, dijo, ayudó en 2018, mediante un intermediario; aunque aceptó tener cierta decepción no lo atacó.
Se refirió a los grandes problemas de México: la educación, la salud y la inseguridad. Males que, de alguna manera (y lo expresó entrelíneas), son responsabilidad de quienes como ella han ejercido el poder.
Se refirió a la sucesión presidencial y envió un guiño a Marcelo Ebrard, quien, afirmó, es su amigo, igual que Julio Scherer.
Se refirió a su encarcelamiento como una especie de daño colateral por su postura fijada ante la Reforma Educativa de Enrique Peña Nieto, pero pareció no guardar rencor (o, al menos no lo demostró).
Se refirió a la CNTE que, según ella, está manipulada por el oaxaqueño José Murat, quien, sigue, tras bambalinas, moviendo hilos de la política mexicana.
Se refirió a muchas cosas, pero la mujer que “confesó” haber sido mesera en la Ciudad de México, parece estar en una etapa en la que quiere limpiar su imagen; contar su propia historia.
Elba Esther Gordillo, a quien se le murió una hija mientras estaba en prisión, parece solamente enfocada en persuadir a la sociedad mexicana de que esa, la señora con más poder en una etapa de la vida pública del país, tuvo errores y aciertos, como cualquiera.
No quiere, al menos eso pareció mostrar en la entrevista encabezada por Leonardo Kourchenko, que no es alguien a quien se le deba mirar en blanco y negro, sino en grises, con matices…
Hierros e ideasComo sucede a muchos seres humanos cuando entran en la recta final de su carrera o de la vida (ella se mira rozagante, por cierto), comienza la aceptación de los hierros y brotan las ideas por doquier.
Tuve errores, expresó, por ejemplo, de comunicación. Estuvo entre dos aguas, la CNTE y la ultraderecha, pero no lo supo comunicar.
Su vestimenta, manifestó, fue otro de los errores, pues, aunque le gustan las marcas, quizá fue ofensivo para la pobreza de una nación como la mexicana.
Temió que la mataran, afirmó, en el tiempo en el que se opuso a la reforma educativa que fue apoyada por quienes le juraban lealtad en el SNTE como Juan Díaz de la Torre.
“El PRI no ha hecho un mea culpa… el PRI tiene base, en el ejido, en la clase media, en la zona urbana… hay PRI, lo que le falta un liderazgo claro”, soltó la maestra, sonriente y con agilidad. “Alianza sí, porque no hay de otra”, agregó, refiriéndose a lo que viene para 2024. “Hay que debatir ideas, no personas.” “Primero los pobres”, una buena idea, pero como la operan, habrá que discutirlo, añadió, soltando pequeños picotazos hacia la 4T.¿Delfina Gómez? “No la conozco, ella pertenece a la sección estatal. Siempre aspiramos a que llegara un maestro a la SEP, pero se han descuidado muchas cosas en materia educativa. Ideologizar la educación “per se”, es un error. Al presidente se la plantearon mal.”“El Presidente nunca me ha visto con simpatía. Cuando la candidatura de Calderón (2012), le mandé cartas y él no quiso. Con la política educativa yo no estoy de acuerdo, pero hay otros temas en que sí, hay grises”, prosiguió con la 4T.—¿Ya no cree en el proyecto de AMLO? Le cuestionaron, con jiribilla.—Cuando menos todavía tengo la duda, manifestó con habilidad.¿Qué haría diferente, si tuviera la oportunidad? Le plantearon.—No sería incongruente. Volvería a ser lo mismo. “Qué quiero, seguir opinando sobre el tema educativo. No me parece que haya trabajadores de primera y de segunda. No pretendo ningún cargo”.
Dos veces le ofrecieron ser secretaria de Educación. Salinas y Fox. Y dijo que no. No quiso ser juez y parte, reveló.
“Esta polarización dramática, las confrontaciones en el propio PRI, que la Iglesia esté siendo lastimada, particularmente los jesuitas. Me preocupa mucho la falta de liderazgos. Me preocupa la crisis de los partidos”No están solos, dijo casi al final de la conversación que duró una hora. Les dejó un mensaje a los maestros…
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(Foto: Captura de pantalla de El Financiero Bloomberg)