CIRO CASTILLO
Siguen los ecos de la designación de Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para el período 2019-2024.
Tal vez lo acontecido en el Senado de la República se resume en una idea, expresada por el senador de Morena, Germán Martínez Cázares, quien indicó: todo estuvo mal.
El ex director del IMSS y ex panista acudió a una entrevista con el periodista Joaquín López Dóriga y ahí aceptó lo que todos vimos la semana pasada en la máxima tribuna legislativa del país: echaron a perder la asunción de Rosario Piedra Ibarra a la CNDH.
No es que se dude de las capacidades y compromiso con la defensa de los derechos humanos de parte de la hija de Rosario Ibarra de Piedra, una de las luchadoras sociales más conocidas en México, si no como se dice, las formas fallaron y la forma es fondo…
PERO QUÉ NECESIDAD
Porqué el empecinamiento del Presidente de México de empujar a una persona que está ligada al morenismo, para presidir uno de los pocos organismos que todavía gozan de credibilidad en el país, junto con el INE. ¿No habían otros u otras?
Porqué la señora, cuando entró al proceso de selección no informó que era una de las consejeras de Morena, es decir, incumplía uno de los requisitos para buscar ser ombudsperson que consiste en no formar parte de la directiva de un partido.
Porqué en el Senado no se cuidaron las formas para llevar a cabo el proceso de selección. Hubo dudas desde el día en que acusaron al presidente del Senado, Ricardo Monreal, de haber votado doble, pero luego salieron con que hubo dentro de las urnas dos hojas en blanco. ¿Quién las puso y quién hizo el trabajo sucio?
Porqué, además, tuvieron que tomar la protesta a Rosario Piedra Ibarra entre gritos y sombrerazos.
A pesar de que logró la mayoría calificada al alcanzar 76, de un total de 114 votos emitidos, la duda ya quedó sembrada y la titular de la CNDH llega cuestionada. Por más que quede claro que la fuerza de Morena y sus aliados es arrolladora, la forma es fondo…
LAS SECUELAS
María Ampudia y Alberto Athié dos de los cinco consejeros de la CNDH que decidieron renunciar a ese cargo, por considerar que se violentaron, precisamente las formas, en el nombramiento de la nueva ombudsperson.
Peor todavía, Alberto Athié Gallo, ha sido ninguneado por el propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia mañanera, al indicar que ni le conocía.
Alberto Athié, quien compitió para conseguir el cargo de presidente de la CNDH, fue uno religioso que terminó renunciando porque denunció los casos de pederastia al interior de la Iglesia Católica.
Los consejeros de la CNDH, a quien el mismo Ricardo Monreal, les sugirió que se fueran todos para darle una sacudida al organismo, han sido señalados de tener vínculos con la Universidad Autónoma de México (UNAM) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Manuel Athié Gallo, Mariclaire Acosta Urquidi, María Ampudia González, Angélica Cuellar Vázquez y María Olga Noriega Sáenz, con su renuncia irrevocable, son otra mala señal para la CNDH porque además han indicado que el gobierno pretende exterminar al organismo que, pese a las críticas en su contra, es un contrapeso al trabajo de los distintos actores del Estado…
NO OLVIDEN LA FRONTERA SUR
Tras una evidente disminución en el flujo de migrantes mediante las llamadas caravanas, parece como si se hubiese dejado de poner atención al tema en la Frontera Sur.
Por el contrario, nos llegan quejas respecto a que han aumentado los “cargamentos” de migrantes en las redes carreteras y hasta vía marítima.
No se entienden, por supuesto, que este negocio esté aumentando si no existe participación de autoridades, principalmente del Instituto de Migración.
En este tema, por cierto, hay trabajito para la Comisión Estatal de Derechos Humanos, cuyo presidente actual, Juan José Zepeda Bermúdez, solamente se la vive de evento en evento, poniendo su mejor sonrisa y tratando de cuidar el puesto…
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