CIRO CASTILLO
Seguimos en medio de la pandemia por el COVID-19, aunque nos digan que China, el país donde surgió la enfermedad ya realiza pruebas de una vacuna para combatir este tipo de coronavirus y pronto estaría lista.
Lo que nos queda, gobierno, partidos políticos, religiones, sectores sociales y económicos, sociedad en general, es jalar para el mismo lado y cuidarnos.
Ya sabemos cuáles son las recomendaciones básicas para prevenir el nuevo virus que ha sacudido al mundo, no solo en materia de salud, sino también desde el punto de vista económico, entonces ha llegado el momento de aplicarlas de forma responsable.
Vivimos en el mismo país, en el mismo estado y en la misma ciudad, entonces hagamos lo que nos corresponde. Juntos, pero no revueltos…
MENSAJES CONTRADICTORIOS
En cualquier emergencia que se presente en el país, el gobierno federal es quien tiene la mayor responsabilidad porque es el que debe generar confianza y certidumbre.
A los gobiernos estatales, municipales y a la gente, también les toca hacer su parte; sin embargo, quien debe poner el ejemplo es la máxima autoridad del país, es decir, el titular del Poder Ejecutivo.
Por esa razón es que no ayuda en nada que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, siga mandando la señal equívoca de que con el COVID-19 no pasa nada.
México ha superado crisis económicas, invasiones y eventos naturales como sismos, por tanto, vamos a salir adelante, expresó el miércoles en otra de sus mañaneras.
Sí, está bien ser optimista y el Presidente debe llamar a tener calma, pero su mensaje parece indicar que por obra divina saldremos adelante. ¿Y si hay muertos? ¿Y si no alcanza la infraestructura de Salud?
Los expertos calculan que la pandemia por el COVID-19 tardaría en México 12 semanas y en el peor momento 10 mil pacientes estarían internados. Juntos pero no revueltos…
ESTAMPITAS
Todos tenemos una creencia religiosa y otros simplemente no la tenemos.
Ello no quiere decir, como mostró el Presidente de México la mañana de este miércoles en la mañanera, que una estampita del Sagrado Corazón de Jesús (un detente) en nuestra cartera nos va salvar de una enfermedad como el coronavirus.
AMLO, como cualquiera, tiene el derecho a creer en lo que quiera y puede traer las imágenes que le regalan en su cartera, hasta un dólar, pero como la máxima autoridad del país no puede enviar el mensaje de que eso nos salvará porque puede confundir a la gente.
Es el Presidente de México, no un ciudadano común que puede decir lo que quiera. Menos, si esto ocurre en “cadena nacional”…
LA FRONTERA SUR
Eduardo Ramírez participó en una reunión que legisladores sostuvieron con el hombre del momento: Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud.
De forma respetuosa, pero firme, el senador de origen chiapaneco, pidió el funcionario de salud aplicar más y mejores medidas sanitarias en la Frontera Sur.
No se trata de “sellar” la frontera, porque no es la política de México y porque sería imposible, pero sí mostrar que hay una preocupación por la boca de entrada a Centroamérica.
“Hacemos este llamado a las autoridades porque creemos que nuestras fronteras deben ser focos de atención primordial para evitar la propagación de este virus, urgen filtros sanitarios, campañas de higiene e información actualizada que aporte a la prevención y tranquilidad de las familias”, expresó el legislador comiteco, quien nuevamente mostró que conoce su terruño…
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