CIRO CASTILLO
Todo parece indicar que Andrés Manuel López Obrador usa uno de esos viejos almanaques y en cada fecha tiene anotado un acontecimiento especialpara hacer política.
En cada día, desde sus mañaneras o en las giras que suele realizar sábados y domingos, suelta una bomba que, aunque sea rechazada por la oposición e ignorada por los medios “neoliberales”, termina en el boca a boca de la gente.
Parece como si el mandatario mexicano, sabiéndose el más popular de los políticos en la nación, impone agenda para empujar sus intereses electorales rumbo al seis de junio.
Quiere asegurar el triunfo del morenismo, porque si realmente dejara solos a quienes lideran este partido y a sus candidatos, las cuentas para conformar la próxima Cámara de Diputados no le saldrían o, al menos, se le complicarían.
Por eso no es descabellado sospechar que la denuncia de juicio político en contra del gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, tiene dedicatoria desde Palacio Nacional.
Ya le ha sacado jugo a temas como la detención de Genaro García Luna en Estados Unidos, la caída de Emilio Lozoya en España y Alonso Ancira, así como a otros asuntos como el FRENAA y hasta la pandemia, sobre todo ahora que ha empezado la vacunación.
Si el tabasqueño es el más habilidoso jugador del ajedrez político nacional y mueve las piezas a su antojo, entonces como por qué no habría de caerle como “anillo al dedo” un juicio político contra uno de los gobernadores que más lata le han dado…
LA BOMBA
El martes se filtró en la Cámara de Diputados que la FGR había solicitado juicio político contra García Cabeza de Vaca, a quien bajita la mano le señalan de narco.
El miércoles, tanto AMLO como Gertz Manero, quien “casualmente” asistió a la mañanera, le hicieron segunda a la filtración, aunque advirtieron que no hay ninguna persecución.
López Obrador recurrió al clásico “no es mi fuerte la venganza” y no se persigue a nadie, pero no somos tapadera.
Gertz Manero, quien siempre había sido visto como un señor serio, hasta el caso Salvador Cienfuegos, aseguró que no se trata de una venganza política y que la FGR (independiente) se somete a lo que digan los diputados de todos los colores (mayoría de Morena).
Cabeza de Vaca, literal, asomó la cabeza en San Lázaro y desde ahí, acompañado de legisladores panista acusó que los señalamientos tienen tintes políticos y vienen “teledirigidos” desde Palacio Nacional.
Consideró, aunque ya no dio tiempo a los reporteros de lanzar preguntas, que haber evidenciado a la CFE de falsificar un documento para justificar un apagón que habría iniciado por la quema de un pastizal, fue su mayor pecado.
El panista sabe y todos los políticos de este país también que, AMLO es un profesional de la política y puede, como lo hicieron otros presidentes, usar el poder a su antojo y arrancar las hojas del calendario…
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