Ciro Castillo
Andrés Manuel López Obrador está feliz. Se le notaba en la conferencia mañanera del lunes y el domingo cuando acudió a recibir al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, quien le dio gusto y aterrizó en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
Y la felicidad es por partida doble, pues no todas las semanas se recibe al presidente de la nación más poderosa del mundo y al de una potencia como Canadá, liderada por Justin Trudeau, quien también aterrizó en el AIFA.
Dicen los mal pensados que nada es gratis: los elogios de ida y vuelta entre los presidentes de México y la Unión Americana, quienes se llamaron amigos durante la reunión bilateral del lunes por la tarde en Palacio Nacional, acompañados de sus equipos, tienen algún precio.
Biden, quien está por anunciar (dicen) que irá en busca de la reelección, quiere que el gobierno mexicano “reciba” a unos mil migrantes diarios, mientras esperan a que el país de las barras y las estrellas les realiza su trámite migratorio.
Es cierto, el demócrata ha sido el único de los últimos presidentes de Estados Unidos que no ha impulsado la ampliación del muro fronterizo, pero eso no quiere decir que una de sus prioridades es parar las “oleadas migratorias”.
Otro tema que le interesa sobremanera, porque le es rentable políticamente hablando, pero también porque el año pasado cobró la vida de 100 mil estadounidenses, es el combate al tráfico de fentanilo.
Esa sería una de las razones por las que las fuerzas armadas mexicanas capturaron a Ovidio Guzmán, líder de los menores, días antes del arribo del mandatario norteamericano a bordo del “Air Force One”.
La prueba de que el tráfico de esta potente droga química le interesa mucho a Joe Biden es que mientras AMLO soltaba un seductor y romántico discurso de la unidad de América Latina, citando incluso al libertador Simón Bolívar, el visitante distinguido quien trajo a “La Bestia” consigo, aclaró que su gobierno invierte no solo en los países de la región sino en el mundo y puso sobre la mesa al fentanilo.
Ahora bien, el primer triunfo político de López Obrador con la visita por partida doble fue que ambos visitantes distinguidos aterrizaran en el cuestionado AIFA, tras la cancelación de las obras del aeropuerto de Texcoco.
Por otro lado, el fundador de Morena estaría empujando para que Genaro García Luna sea procesado pronto en la Unión Americana, lo cual le sería políticamente rentable al “morenismo”, de cara al 2024; además, el Presidente de México insiste en que el gobierno de Joe Biden le “ponga al cochinito” para los países centroamericanos los principales expulsores de migrantes…
Frente a frente
Aparte del recibimiento del domingo, el paseo en “La Bestia, la cena del lunes en la noche y las fotografías en Palacio Nacional, la reunión del lunes en la tarde fue el momento más visible del cara a cara entre AMLO y Joe Biden. Lo que se hayan dicho en privado solamente lo saben ellos y las traductoras.
“Tengo la certeza que es usted un gobernante humanista y visionario, y que hay condiciones inmejorables para iniciar una nueva política de integración económica y social en nuestro continente”, dijo López Obrador a Biden, desde el lado izquierdo de la mesa de trabajo.
“¿No podríamos producir en América lo que consumimos? Claro que sí. Es asunto de definición y de planear conjuntamente nuestro desarrollo futuro.
Unirnos y asociarnos en América equivale a consolidar en definitiva la región más importante del mundo… sostengo que es el momento de terminar con ese olvido, ese abandono, ese desdén hacia América Latina y el Caribe, opuesto a la política de la buena vecindad de ese titán de la libertad que fue el presidente Franklin Delano Roosevelt…”, agregó el tabasqueño, flanqueado por Adán Augusto López Hernández y Marcelo Ebrard, quien también ha estado muy feliz en estos días.
La respuesta de Biden fue breve y concisa:
“…señor presidente, amigo, es un placer acompañarlo de nuevo en esta décima Cumbre de Líderes de América del Norte en la Ciudad de México.
México es un socio de verdad y cuando trabajamos en conjunto con valores comunes y respeto mutuo no hay nada que no podamos hacer.
Hoy vamos a hablar sobre cómo podemos profundizar más en nuestra relación, no solamente con México, sino con el hemisferio occidental; esto incluye fortalecer nuestras cadenas de suministro para que seamos hasta más competitivos.
Vamos a hablar también sobre nuestra seguridad compartida, incluida nuestra acción conjunta para abordar la plaga del fentanilo, que ha matado a 100 mil estadounidenses hasta ahora, y cómo podemos abordar la migración irregular, y creo que eso ya está muy bien encaminado…
Hoy día y en los próximos años espero seguir construyendo este futuro mejor. Y quisiera agregar que en los últimos 15 años hemos gastado miles de millones de dólares en este hemisferio, decenas de miles de millones de dólares en el hemisferio…”, sentenció…
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