Estamos brujas: Ensalada de grillos

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CIRO CASTILLO

Estamos brujas nos dijo alguien hace poco respecto a que hay una percepción de falta de circulante en la mayoría, sino es que todos los sectores sociales de Chiapas.

Aunque no es del todo cierto, empieza a cundir la idea de que no estamos tan bien como quisiéramos. Que el gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador y la Cuarta Transformación, no están aterrizando las promesas de campaña.

Quien tiene que bailar con la más fea, en el caso de Chiapas, y quizá no tiene la suficiente instrucción al respecto, es el “súper delegado” Antonio Aguilar Castillejos.

Él, con un reducido equipo, debe generar entre la población la idea de que los programas federales, unos 25, llegarán, pero todo tiene sus tiempos y sus plazos.

De acuerdo con información entregada por el propio funcionario, en su última conferencia de medios, muy concurrida, por cierto, son nueve programas los que se aterrizarán en Chiapas este año; sin embargo, hasta entonces solo cinco iban caminando bastante bien.

El Presidente de México ha insistido en su conferencia “mañanera” que les dejaron un “cochinero” y que prácticamente en todos los frentes había corrupción.

Sus dichos son entendibles, así como el hecho de que están analizando los diferentes programas sociales para evitar duplicidades y malos manejos; sin embargo, la sociedad suele tener memoria de corto plazo y cuando el tabasqueño habló de cambio, se pensó que el cambio sería inmediato.

MENSAJES MAL ENTENDIDOS

En el caso de Chiapas, uno de los últimos mensajes que no han sido bien recibidos por la mayoría de la población es la atención a los migrantes centroamericanos, africanos, cubanos, haitianos y hasta asiáticos.

Por un lado, se cree que las oleadas migratorias están generando inseguridad y se corre el riesgo de la propagación de algunas enfermedades, pero además se considera que hay demasiada “buena atención” para los migrantes.

AMLO ha ofrecido empleo para los indocumentados reiteradamente, además de que se les presta atención médica en las clínicas y hospitales de Chiapas, por ejemplo. La población considera que es demasiado buen trato para quienes varias veces han mostrado resistencia a respetar las leyes del país al que han tenido que entrar.

RUTILIO, EN OTRO COSTAL

De esta percepción que hemos citado podemos excluir al gobernador, Rutilio Escandón Cadenas, y no se trata de echar aplausos, pero la situación de su gobierno es distinta.

Primero, el originario del municipio de Carranza sí recibió una entidad sin pies ni cabeza, después de dos pésimos sexenios en los que lo avanzado, se esfumó rápidamente.

Afrontar las deudas ha sido uno de los primeros y más graves problemas de este sexenio. Y no son números pequeños. La última vez que preguntamos al presidente de la Junta de Coordinación Política, Marcelo Toledo Cruz, confirmó eran unos 20 mil millones de deuda, sin contar pagos atrasados a proveedores, a maestros, a trabajadores, entre otros.

Segundo, la mayoría de los programas sociales ahora están en manos de la federación.

Tercero, Rutilio se ha enfocado en cuestiones básicas y apremiantes como la aplicación del Estado de Derecho. Ha priorizado la devolución de predios a sus legítimos dueños y eso ha generado certeza jurídica ente la gente.

Apenas el jueves hubo una nueva recuperación de predios en Jiquipilas y Ocozocoautla, lo que acabó de reforzar la idea social de que este gobierno aplica la ley y está poniendo en su lugar a quienes por años se dedicaron a medrar con la necesidad de la gente que no tiene un pedazo de tierra dónde vivir.

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