El rey: La Feria

0

SR. LÓPEZ

Tío Neto era muy simpático y bromista. En bodas y fiestas, los de la familia peleaban por quedar en su mesa, pues reirían a mandíbula batiente todo el evento. Al mismo tiempo tío Neto aseguraba que jamás le había dicho una mentira a su esposa, tía Lola, pero como era tan bromista, cuando avisaba que iba a llegar tarde porque tenía que verse con su novia, tía Lola sonriendo le decía: -¡Sí, Neto, tu novia! –y cuando una noche la tía lo recibió más seria que una orden de embargo, acompañada por otra señora que era la novia, él dijo: -Siempre te dije, nunca te engañé –no se supo cómo, con qué, ni cuál de las dos lo privó, decían que ambas. Luego, en bodas y fiestas, algunos lo extrañaban: era tan simpático.   

Sabido es que el actual Presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, es señor de fuertes lomos, sobrados para cargar sin sofocos lo que para otros sería desdoro aplastante, vergüenza insoportable. La desfachatez es su divisa (caso práctico, cuando el 20 de noviembre de 2018, siendo Presidente electo, en el programa de tele ‘Tercer Grado’, negó haber dicho en su campaña que el ejército debería regresar a los cuarteles -y retó a que se lo probaran-, siendo que repitió eso hasta la afonía… los presentes recogieron sus mandíbulas de la mesa y guardaron casto silencio: tomaba posesión en unos días, digo).

No es insulto ni falta de respeto, es descripción de una parte de lo que de él está a la vista. El insulto y la falta de respeto, en todo caso, serían de él a la nación, siendo él quien utiliza como herramientas estándar de gobierno, la farsa, la argucia, la artimaña, el ardid, el truco y la mentira en varias de sus modalidades.

Deje lo anterior en remojo y pasemos a lo sucedido el jueves pasado en el Senado. La verdad es que no pasa nada si el actual Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y los miembros del Consejo de la Judicatura Federal, se quedan en el cargo dos años más, no se rasga el velo del templo. Y al menos en lo tocante al ministro Arturo Zaldívar, no está orate y su currículum es de presumir; ahora sabremos cómo anda de sentido del decoro y respeto a sí mismo.

Falta que la Cámara de Diputados ratifique en sus términos lo aprobado en el Senado y ya así, ver si la Corte acepta sin remilgos la ampliación del plazo de los cargos de su Ministro Presidente y los integrantes de la Judicatura. Si eso pasa, no se va a echar la gente a las calles a protestar. A casi nadie le importa un pito semejante cosa. Se violará el espíritu del artículo 97 de la Constitución (¡oh, no, eso no!) y del artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, pero ¡pelillos a la mar!, esos papelotes no prohíben la ampliación de los encargos. No sea fijado.

Y eso es lo preocupante: el Presidente ha dicho no pocas veces que él no se va a reelegir y el 25 de julio del 2019, firmó ante Rafael Arturo Coello Santos, notario público número 30 de la Ciudad de México, tres compromisos: “sufragio efectivo, no reelección y no corrupción”. Cierto.

Pero siendo eso verdad, también lo es otra cosa que ha pasado desapercibida: en varias ocasiones el Presidente ha avisado tal vez sin darse cuenta él mismo, posiblemente como un acto fallido, que no es imposible que siga en el cargo más tiempo del prescrito en nuestra Constitución, asunto que a este país le costó una horrenda guerra civil (eso que sacando pecho llamamos Revolución), y costó la vida a un tipo de verdad bragado: Álvaro Obregón.

Dirá alguno que este menda calumnia a nuestro prócer viviente. No, lo lamento, lo ha dicho y más de una vez, aunque siempre con maña:

Mañanera del 11 de septiembre de 2019: “Ya cumplí o estoy cumpliendo, y lo que quiero es entregar el gobierno, si así lo decide el pueblo, al final del 2024 y que vengan otros”.

San Mateo Etlatongo, Oaxaca, febrero 13 de este año: “Si el pueblo así lo decide, terminamos en septiembre de 2024 y no va a haber reelección”.

Mañanera del 11 de marzo de este año: “Si el pueblo lo decide y si el creador lo permite yo estoy hasta el 24 y me jubilo, ahí sí a Palenque”.

Mañanera, 15 de abril de este año: “(…) me estoy preparando psicológicamente porque tomé la decisión de retirarme (…) Si el pueblo lo decide y el creador lo permite yo estoy hasta el 24 y me jubilo (…)”.

Insiste en que no se reelegirá, sí, pero también insiste en que se va en 2024 si el pueblo lo decide… o sea,¿y si ‘el pueblo’ decide que no?… sí, qué tal que servidores de la nación, ninis becarios, bots y chairos varios, se ponen necios en que por favor siga otros dos añitos… bueno, tres… ya en esas, lo que él considere necesario para el bien de la patria… y no sería reelección, no, él sería incapaz, pero síampliación de su mandato, como se intentó ampliar el periodo del impresentable gobernador Bonilla de Baja California, como ahora pretende el Senado con el Poder Judicial. Y la maña a que se alude arriba es que si algún irreverente como este menda, resalta eso de  “si el pueblo lo decide”,  la explicación de bote pronto es que se refiere a la consulta de revocación de mandato del 2022… ¡fíjate qué suave!, diría Manolín el de Shilinsky.

Ojalá esa decisión del Senado no apunte a allanar el camino de la prolongación del mandato presidencial, pero el Presidente ya dijo el viernes que le parece bien lo de Zaldívar (¡dioses!)

Por lo pronto el viernes la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación, pidió a la Cámara de Diputados que “corrija una evidente transgresión constitucional”… bueno, no todo está perdido.

Pero si esa es la intención y anda el Presidente con malos pensamientos, ojalá no se le conceda, por su bien y el del país. Una intentona así es destapar la Caja de Pandora (ánfora si es usted de andar con detalles): no solo sus adversarios políticos combatirán semejante desfiguro, sino sus propios compañeros de aventura, al menos lo que crean que tienen oportunidad de sucederlo. Ni su palabra es la ley ni seguirá siendo el rey.

Deja una respuesta