Desfachatez o descaro: La Feria

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Sr. López

En la familia materno-toluqueña de este menda, había un criterio para mandar al ostracismo a cualquiera: quien se disgustara o incomodara con tía Rosita, quedaba fuera de la tribu. Tía Rosita aparte de ser muy viejita (sí, es la que murió de 117), era buena persona, prudentísima, cordial, siempre lista a ayudar a cualquiera y la que enseñó el Catecismo a todos los niños de la familia. La quería todo mundo y era incapaz de un mal modo. Así, quien se enfadara con ella, obtenía de inmediato certificado de miserable, de gentuza. Y eso, a ella la mortificaba. No ha de haber sido santa pero sí algo muy parecido.
Lo que rompió el cimiento del otrora invencible PRI imperial, fue la Corriente Democrática fundada en 1998 en el mismo partido, por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo. Luego, el 5 de mayo de 1989, ese movimiento originó el PRD fundado por ellos junto con Ifigenia Martínez, Heberto Castillo, Gilberto Rincón Gallardo, Amalia García, Jesús Zambrano y otros, todos gente respetable por más que no se coincida con su manera de pensar, pero gente seria y decente, todos… mmm… casi todos. Como sea, a la Corriente Democrática y al PRD, debe el país el inicial debilitamiento del PRI que el PAN remató en el año 2000, al arrebatarle a la buena la presidencia de la república. Pero estamos claros: sin Cárdenas y Muñoz Ledo, quién sabe qué hubiera pasado en México porque más PRI ya no lo toleraban ni los nietos de Calles.
Ayer, el Presidente de la república, nuestra república, declaró que si Cuauhtémoc Cárdenas formaba parte de esa alianza denominada “Colectivo por México”, entonces lo considera su adversario; para no poner palabras en su boca, transcribo su dicho:
“En política sí es mi adversario político, si él asume una postura conservadora. Lo estimo mucho, lo respeto, lo considero precursor de este movimiento, pero estamos viviendo un momento de definiciones y esta ancheta está muy angosta, no hay para dónde hacerse. Es estar con el pueblo o con la oligarquía, no hay más”. (Nota: por ‘pueblo’ entiéndase Andrés Manuel López Obrador).
El Colectivo por México se declara apartidista y presentó el lunes pasado una iniciativa llamada “Punto de Partida” para reunir “personas de todo el país y de todos los sectores de la sociedad para presentar a la ciudadanía un espacio de participación plural y diverso”; plantea debatir y proponer soluciones a los principales problemas del país, para construir una democracia basada en el diálogo, la pluralidad y el respeto al punto de vista de los demás, y así, en palabras de don Diego Valadés: “(…) cambiar el uso político de la pobreza y la manipulación de la verdad, mediante instituciones que restauren el Estado de derecho”.
¿Ah, sí?, pues… ¡eso sí que no! Eso no lo va a permitir el Presidente, faltaba más: ¿participación plural, debatir y proponer soluciones, pluralidad, dejar de usar políticamente la pobreza, dejar de manipular la verdad?, ¡de ninguna manera! Y peor que todo, eso de respetar el punto de vista de los demás, ¡menos!, que eso son ingredientes de “una postura conservadora”, como definió el Presidente, para que no nos vayamos a hacer bolas ni nos dejemos engañar. La participación es singular (o sea, la de él desde Palacio); se debate solo en la madrugadora, él con él; las propuestas de solución son las que él nos informa que ha decidido; y no se respeta el punto de vista de nadie que no esté totalmente de acuerdo con él.
Y advierto a usted que don Cuauhtémoc, aclaró ayer mismo que él no forma parte de ese Colectivo, aunque ha alentado dentro de sus posibilidades, la elaboración de diferentes propuestas porque cree que hace falta una amplia discusión de ideas. Como sea, no es parte de esa plataforma y ni falta que hace.
Cárdenas mucho antes, en el 2022, publicó el libro ‘Por una democracia progresista’, en el que cuestiona y critica varias políticas públicas del gobierno de López Obrador, del que señala que “(…) difícilmente es de izquierda, por más que se digan de izquierda”. Y eso es mucho más duro que la convocatoria del Colectivo por México. Cuando presentó su libro don Cuauhtémoc, declaró: “A mí me preguntan qué es la 4T y yo no sé qué responder”, y agregó que “no hay continuidad a las políticas públicas, sino improvisación y ocurrencias”.
Eso le cobró ayer el Presidente, que bien sabe que Cárdenas no está en las filas de los del Colectivo por México, porque está muy consciente de su peso político y no se los transfirió a los del Colectivo porque no son más que una propuesta de debate y posible elaboración de propuestas.
El deslinde de don Cuauhtémoc no es por cobardía ni porque le dieron ganas de chillar porque el Presidente lo declaró su adversario político. Se le recuerda que Cárdenas sí fue el 21 de julio de 2022, al lanzamiento de la “Fundación Porfirio Muñoz Ledo, Nueva República”, evento en el que Muñoz Ledo dijo, entre otras lindezas que uno de sus objetivos es la creación de una comisión que investigue, antes de las elecciones del 2024, al gobierno de la Cuarta Transformación por nexos con criminales. Muñoz Ledo es una de las cabezas más claras de la política nacional y no está chocheando. Por cierto, definió así la situación nacional: “se desmorona el Estado-Nación, esta es la dimensión de nuestra crisis”. Y Cárdenas por su lado señaló: “el Gobierno no valora una sociedad civil fuerte, autónoma y participativa”. Duro.
En esa ocasión Muñoz Ledo dijo que el proyecto político y social que iniciaron Cárdenas y él junto con Ifigenia Martínez y “un grupo de compatriotas más, está secuestrado de mala manera, y se ha instaurado un absolutismo estéril, la confederación de todos los poderes en una sola persona”.
El Presidente capoteó a Muñoz Ledo diciendo que ya está viejito… y sí, pero La Patria, ya sabe qué señora, no anda buscando galán brioso.

Por cierto, ya de salida, ancheta en México, según el diccionario es un mal negocio, una bicoca, una cosa inoportuna o sin importancia, o que revela desfachatez o descaro.

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