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La abuela y la madre de una niña que desde su nacimiento lucha contra una enfermedad degenerativa, denunciaron públicamente un presunto acto de negligencia médica sufrido la madrugada del lunes en el IMSS “5 de Mayo”, en Tuxtla Gutiérrez, tras ser echadas de la clínica por un médico que puso en riesgo a la pequeña.
Los familiares de la menor mencionaron que desde hace 10 años llevan a la niña a consulta, debido a que nació con mucopolisacaridosis (un grupo de enfermedades metabólicas hereditarias causadas por la ausencia o el mal funcionamiento de ciertas enzimas), pero que de madrugada fueron objeto de burlas y negligencia por parte de un médico general, a quien conocen con los apellidos de Aquino Hernández.
La noche del domingo, la menor presentó una complicación, por lo que fue subida por sus familiares a un taxi y trasladada de prisa a la señalada clínica.
A su arribo, enfermeras la recibieron en el área de urgencias a la niña y revisaron su historial clínico. Minutos después, el médico hizo acto de presencia cuando iniciaba su guardia.
De acuerdo con la denuncia, el galeno no valoró adecuadamente a la niña, tampoco hubo especialistas médicos, y decidió que ésta fuera intubada, lo que ponía en riesgo la vida de la pequeña.
Días atrás, la menor fue intubada por otro médico y esto afectó gravemente su salud, al grado de dejarla sin poder hablar y sin apetito.
La experiencia puso en alerta a los familiares y exigieron al médico Aquino Hernández declinara en sus intenciones.
De hecho, esa noche de domingo la madre de la niña firmó una responsiva con la médico de la guardia anterior, para que su hija no fuera intubada.
Sin embargo, Aquino Hernández insistió en el procedimiento y al explicarle nuevamente lo sucedido días atrás con la niña, empezaron las burlas:
-“¿No quiere que la intube?, nos vemos en los memes del Face”, soltó el galeno.
Delante de la menor, Aquino Hernández le dijo a los familiares que los niños con esa condición no duran mucho tiempo con vida.
La niña, quien entiende a la perfección, presentó una crisis nerviosa y empezó a quitarse la intravenosa, un miedo la envolvió al escuchar del médico que su vida pronto llegaría a su fin.
Mientras la menor era tranquilizada por sus familiares, Aquino Hernández exigió que salieran de la clínica, en el momento en que el reloj marcaba minutos después de las dos horas.
“Nos tuvimos que ir. Gracias a Dios no estaba lloviendo”, dijo la madre de la menor.
(Con información de Marco Rangel)
(Foto: Argenis Esquipulas)
