CIRO CASTILLO
Dicen que para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo. Así les está pasando en Morena, donde hay una guerra intestina entre los dos grupos más visibles: los Monreal y los Polevsnky.
Como se dice coloquialmente solo “bonita” le faltó al senador suplente, Alejandro Rojas Díaz, decirle a la dirigente morenista Yeydckol Polevsnsky, a quien señaló de ejercer un mandato “stalinista”, de tener afinidad a los regímenes cubano y norcoreano, sin olvidar las ideas chavistas y bolivarianas que pretenden imponer en México.
Desde Tuxtla Gutiérrez, donde comenzó una gira nacional para intentar buscar la dirigencia nacional de Morena, partido apenas fundado en 2014, lanzó una serie de críticas contra una “camarilla” que ha permitido en estados como Tamaulipas haya “morenistas” que hace no mucho estaban en contra de López Obrador. Llamó a esto una “infiltración”.
Dijo, por ejemplo, que el partido fundado por el ahora Presidente de México, está cerrado a los millones de mexicanos que votaron por el cambio.
Tiene aproximadamente unos 319 mil afiliados, pero no permite más afiliaciones y esa podría ser una debilidad de este instituto político.
Quizá la mayor debilidad que el senador suplente de Ricardo Monreal observa, es la forma en que han sido designados los candidatos: mediante encuestas, cuyos métodos no están bien claros. Debería ser la UNAM o la Unach, quienes las hicieran, expresó.
Puso como ejemplo el caso de Puebla, donde tras el fallecimiento de la gobernadora, Martha Erika Alonso, el ex perredista Miguel Barbosa, volvió a ser candidato, precisamente porque su elección se llevó a cabo mediante una encuesta que dejó dudas.
Tantas fueron las dudas que el viernes el TEPJF dio un plazo de 48 a la dirigencia nacional de Morena para clarificar el método.
La pelea, a la que ya habíamos hecho referencia, es tan encarnizada que, Alejandro Rojas Díaz presentó demanda penal contra Miguel Barbosa, a quien señala de enriquecimiento inexplicable.
Atendiendo a una de las frases de “Chico Ché”, ¿quién pompó? se preguntó Rojas Díaz, quien presumió haber dejado su cargo de coordinador de asesores en el Senado para hacer una especie de “contracampaña” contra la dirigencia Morenista.
DE FLORES Y PIROPOS
Alejandro Díaz, en ningún momento dejó de elogiar el trabajo realizado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien, dijo, lleva poco tiempo en el cargo como para exigirle cuentas del “lodazal” que le dejaron.
Reconoció también el valiente trabajo realizado en Chiapas por el gobernador, Rutilio Escandón Cadenas, a quien dijo conocer y reconocer desde los tiempos en que militaron en el PRD.
También le soltó una flor al chiapaneco, Eduardo Ramírez Aguilar, quien, dijo, desde la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, ha sido un gran aliado de Ricardo Monreal.
Tanto así, que sin el trabajo del comiteco, no se habría logrado el consenso para la aprobación de la Guardia Nacional, cuyos altos mandos fueron presentados apenas hace unos días por el presidente, Andrés Manuel López Obrador.
UN TABASQUEÑO A SALUD
Este martes se haría oficial el nombramiento del tabasqueño, Juan Ferrer Aguilar, quien encabezará el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar.
El mismo presidente, Andrés Manuel López Obrador, adelantó el nombramiento de un hombre de todas sus confianzas, quien se hará cargo del antes llamado “seguro popular” que, a juzgar del mandatario mexicano, ni es seguro ni es popular.
Además de la gran cercanía, Ferrer Aguilar ha desempeñado una serie de cargos, por ejemplo, director de la zona Arqueológica de Palenque, aunque, esperaremos al nombramiento para comentar un poco más…
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