Sr. López
En la familia toluqueña de este menda, abundaban las señoras piadosas y entre ellas destacaba (y no es poco) tía Inmaculada, dama de misa y rosario diarios que vivía participando en obras pías y metiéndose en lo que no le importaba, emitiendo juicios muy severos. Todos se lo pensaban mucho antes de invitarla a cualquier reunión, porque o regañaba a las jóvenes por el largo de las faldas o les quería lavar la cara por andar maquilladas, “dando escándalo”. Luego, conforme se hizo más viejita, su lengua no perdió virulencia pero acabó siendo el hazmerreír de todos. Feo.
Imagine que llega usted a un país y se entera que atraviesa por una larga crisis de seguridad pública que en los últimos tres años y medio le ha costado más de cien mil asesinatos (el doble de muertos que los EUA en la guerra del Vietnam); que su gobierno reporta 320 mil fallecidos por la pandemia del Covid 19, pero el exceso de muertes ronda los 800 mil (con la Organización Mundial de la Salud diciendo que al menos 190 mil muertes pudieron evitarse y que ese país “fracasó en su respuesta a la pandemia en relación con países comparables y tiene una de las tasas más altas de casos y muertes por Covid 19”; y aparte, que una encuesta oficial de ese país reporta que en 2020, el 49.6% de las personas reportó que le fue negado el servicio de salud). Sí, imagínese qué pensaría al saber que en ese país han muerto por cáncer miles de niños por falta de medicinas, que desplazados, desaparecidos, feminicidios, secuestros, extorsiones, asesinatos de periodistas, son cosa ordinaria, que el índice de impunidad de los delitos está por arriba del 90% y que la cosa pública se desarrolla sobre una nata de corrupción que no cede.
Ahora imagínese que a los pocos días de haber llegado a ese país le han contado que el 23 de abril de 2019, su Presidente declaró en conferencia de prensa que la exigencia de paz es “básicamente” de los conservadores, y que recientemente afirmó que “eso de que la ley es la ley, es un cuento”; que exige a España que se disculpe con su país por haberlo conquistado hace 500 años y al Vaticano por evangelizarlos; y que tan cerca como el 21 de abril de 2022, afirmó: “Mi labor es de predicador, de pedagogía, de crear conciencia”.
Sí, imagínese que en medio de tal catarata de aberraciones y desatinos, para su sorpresa fue un gran tema en los medios masivos de comunicación de ese país, la muerte de… una palmera, asunto sobre el que las autoridades de la ciudad en que ocurrió el sentido deceso, convocaron a una consulta popular para determinar con qué será sustituida tan sensible pérdida.
Usted con los pelos parados, ya en la fila para abordar el avión que lo regrese a la civilización, estaría pensando que de ninguna manera contará a nadie nada de eso porque va a quedar como un mentiroso y peor, como un mentiroso muy tonto, porque semejantes extremos son imposibles… y es nuestro México lindo y querido el que está así.
Hay quien atribuye las no pocas desatinadas declaraciones de nuestro Presidente a la necesidad de mantener distraída a la opinión pública, para que no se hable de los temas de verdad importantes ni tenga tiempo la gente de recapacitar en que los dos principales asuntos con que remachó a lo largo de su larguísima campaña presidencial, no solo no se cumplen sino que empeoran: la inseguridad que prometió originalmente arreglar en seis meses y la corrupción que terminaría el mismo día en que tomara posesión del cargo, pues según decía, si el Presidente era honesto, lo serían sus secretarios y ya luego bajando por el organigrama, se llegaría a todos los niveles, pero sin que hubiera ni un solo negocio apadrinado por el Presidente, el ahorro para el erario sería de 500 mil millones de pesos, que es la hora no se ven reflejados en el gasto público mientras aumentan las sospechas de una corrupción inmensa no solo por hacer mayoritariamente las compras y contrataciones por adjudicación directa, sino por la ejecución de grandes obras de infraestructura sin estudios previos, por lo pronto de impacto ambiental (y eso también es corrupción, corrupción NO es solo robar, es todo lo que no se sujete a las leyes).
Bien puede ser una estrategia este escandalizar con declaraciones y acciones como proyectar en su mañanera del 14 de enero del año pasado, la caricatura de Benito Bodoque, pero eso se desgasta y es del todo ineficaz cuando a los problemas propios se suman los llegados de fuera, como la pandemia, la inflación diferencial y la guerra en Ucrania, que combinados con lo doméstico, ponen nuestra economía en la senda del desastre y ese incendio no se apaga a gritos.
Pero insisten en el pelotazo y escandalizar. Ahora mismo ponen en la discusión pública el cambio de libros de texto gratuitos, por otros de contenido afín a la 4T, que el propio Presidente ayer defendió diciendo: “(…) no vamos a estar formando personas profesionales, ciudadanos, deshumanizados, egoístas, porque ese era el plan del modelo neoliberal”.
El nuevo modelo educativo, según declaró Marx Arriaga, director de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública, será “(…) libertario, humanista, que termine con el racismo, con las pruebas estandarizadas que segregan a la sociedad”. ¡Zaz!Este don Arriaga es el que en enero del año pasado le espetó a las feministas que si quieren acabar con el machismo se pongan a leer (tan sensible él); y el que afirmó que “leer por goce es un acto de consumo capitalista”… ¡Dios nos libre!, ahora, a leer enojados.
Pero don Arriaga, doctor en filología, debería cuidar sus palabras, porque si dijo en serio que el nuevo modelo será ‘libertario’, entonces esto pinta muy mal: libertario es lo que defiende la libertad absoluta y la supresión de todo gobierno y de toda ley, el anarquismo.
Señor Presidente, calme a su Bakunin de Texcoco, créalo, no le conviene predicar la supresión de todo gobierno, usted encabeza uno, y sostener semejante cosa lo acerca a lo peor que le puede pasar a un gobernante, a dar risa.