Cinco años del crimen de la Narvarte y no hay justicia, asegura el Frayba

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EDG INFO

San Cristóbal de Las Casas.- A cinco años de los asesinatos de Nadia Vera, Rubén Espinosa, Alejandra Negrete, MileMartín y Yesenia Quiroz, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) recordó que siguen exigiendo justicia.

“Son 5 años donde las familias han enfrentado la gran muralla de impunidad, donde desde el gobierno todo lo han hecho mal, de manera deliberada, son 5 personas asesinadas (4 feminicidios y un homicidio); son 5 años de exigencia de justicia, aquí una vez más la falla está en el Estado, en sus acciones de investigación; son 5 años de la miseria de un sistema judicial decadente e ineficaz”, dice un comunicado.

En el escrito expresan que el crimen de la Narvarte “es una de estas situaciones, que nos impactaron hondamente y de ahí lo que sabemos: el caso que transita entre la nefasta torpeza en las investigaciones y la indiferencia gubernamental”.

“Hemos aprendido que la memoria significa resistencia y esperanza, que la memoria crea horizontes de lucha donde los pueblos, comunidades, familias, cada persona, se articulan en objetivos comunes para sustentar sus acciones políticas y así, no claudicar para conocer la verdad y la justicia, esto como reacción ante la lápida de impunidad generada por el Estado”.

El Frayba señala que el Estado Mexicano se ha caracterizado por gobiernos donde se expresa la violencia más descarnada y el cinismo de funcionarios para mantener un sistema legal profundamente corrupto.

“La referencia de impunidad relacionada al acceso a la justicia sigue siendo dramática con un 90 por ciento en el país, los expedientes penales y las carpetas de investigación están manchadas de violaciones graves a los derechos humanos”.

“Sabemos que la voz de las familias y de sus redes de apoyo no cesarán, estaremos hasta que se levante de la cenizas la luz de la justicia, verdad y memoria, porque su legítima lucha crece, abre corazones y une los caminos de quienes desde abajo vamos reconociéndonos en el dolor, en el digno furor de la palabra y la memoria”, culmina el texto.

(Con información de Félix Camas)

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