Sr. López
Pepe, el más impresentable primo que tenerse pueda, estaba empecinado en ‘salir’ con una chamaca del barrio con el inconveniente de que sus papás la cuidaban a sol y sombra y ni la nariz asomaba sin guardia de vista. Harto Pepe, contrató a un comprador de viejo que se anunciaba con altavoces en su desvencijada camioneta, y lo puso frente a la puerta de la casa de la joven para a todo volumen, pedir cita, de un hilo. En menos de media hora ya estaba Pepe adentro y platicando con la joven (la mamá frente a ellos), luego fueron novios, eso sí, y ya sin altavoces. ¡Pepe!
Algunos que no quieren que Morena & Cía. ganen las elecciones del 2024, están muy preocupados por lo que dicen las encuestas sobre la intención de voto, ampliamente a favor de doña Sheinbaum, a pesar de su discurso reciclado de amloísmo duro, recalentado de lo que el país ha tragado ya cinco años seguidos.
Eso está muy bien si a consecuencia de esa preocupación los partidos del Frente opositor dejan de velar armas y sacan los machetes no solo para impulsar que Xóchitl Gálvez sea conocida hasta en el último rincón del país, sino para seleccionar muy bien a quienes buscarán los otros miles de cargos en liza, en especial a los que propondrán a senadores, diputados (locales y federales), gobernadores y alcaldes, promoviendo que las organizaciones de la sociedad civil participen visiblemente. Todo está en juego en 2024. Todo.n
Sin embargo, disculpe usted la irreverencia, este menda se permite dudar sobre el real y eficaz efecto de las encuestas en el ánimo del tenochca con crayola, ya con la boleta enfrente.
Las encuestas publicadas en los medios impresos de información, periódicos y revistas, son leídas por muy poca gente. Según los resultados del Módulo sobre Lectura (MOLEC) 2023, del Inegi, el 68.5% de la población adulta (de 18 años y más), dijo tener el hábito de la lectura (dijo), y de ellos, el 18.5% dijo leer periódicos, pero lo que más lee la gente en los diarios, es la nota roja, deportes, espectáculos… y la política es de lo que menos ocupa la atención del tenochca ilustrado (la sección de ‘sociales’ ya la podrían quitar… ¡ah!, no, son notas pagadas).
Se preguntará usted entonces, cuál es la razón de que la política acapare las primeras planas… otro día con calmita le cuento, tiene que ver con los ingresos que les significan a los periódicos, los políticos, que publican cosas no para nosotros los tenochcas de banqueta, sino para que se entere el Presidente o su Gobernador, si son miembros del gabinete, o por los otros políticos y los grupos de poder, si andan en la brega.
Así, ya sabiendo que el 18.5% de los tenochcas en edad de votar, leen periódicos, a falta de dato duro sobre cuánta gente lee sobre política, demos por bueno el 18.5% completito, porque falta lo mero bueno. Según la encuesta del Inegi, de las personas que leen, el 4% comprende muy poco de lo que lee; el 16% comprende la mitad; el 60% entiende ‘la mayor parte de lo que lee’… y solo el 20% de los tenochcas alfabetizados, dijeron que sí entienden lo que leen. No llore.
De esta manera resulta que del 18.5% que dijeron leer periódicos, el 3.7% de ellos se entera de lo que leyó, los demás, más o menos, un poco o casi nada. Y eso, suponiendo que todo el 18.5% leyera de política, que no es el caso, sino todo lo contrario. En un descuido resulta que el 1% de la ciudadanía se informa leyendo.
No se ponga trágico, para su sorpresa es muy parecido en todo el mundo (este su texto servidor al escribir ‘mundo’ se refiere siempre a Occidente, el Oriente le es misterioso y desconocido), un solo ejemplo: los EUA, esa potencia, tiene 333 millones de habitantes y de ellos, 43 millones son analfabetos funcionales (no entienden lo que leen), y otros 16 millones no saben leer ni escribir, suman casi el 18% de su población. No es consuelo, porque en México, en esas circunstancias de analfabetismo funcional, en diferentes grados, está el muy escandaloso 80%… y luego nos ponemos exigentes con la raza de bronce.
Así las cosas, queda claro por qué las campañas políticas se lidian en la televisión, la radio y las redes. No hay duda, según el Inegi (2019-2020), el 91.6% de los hogares tienen televisión y el 64.1% de los que ven televisión, ven noticiarios (el Inegi estima son 45.8 millones de personas). Asómbrese: noticieros es lo que más ve la gente en la televisión, más que telenovelas. Y la radio (todo según el Inegi), la escuchan diario 41 millones de tenochcas, de los que 26.3 millones oyen noticieros, diario. De las redes y en general internet, el 74.9% de la población mayor de edad (sin contar niños), las usa… por eso fue tan eficaz la promoción que Xóchitl Gálvez hizo para juntar las firmas de simpatizantes, ella de eso sabe todo. Bueno.
Los que dicen que saben de campañas políticas, afirman que las campañas eficaces no son ‘por tierra’ sino en los medios electrónicos, sin dejar abandonada a la prensa escrita, pero que la ‘penetración’ en las grandes mayorías se consigue por medio de la televisión, la radio y las redes inteligentemente administradas, sin atosigar a la gente. Los actos masivos se realizan precisamente, para publicarlos en televisión, radio y redes porque está probadísimo que los asistentes poco asimilan y poco les importa, en el caso mexicano, pero igual, deben hacerse con la más gente sea posible.
Aparte explican que la promoción a favor de un candidato debe incluir su respectiva ‘campaña negra’ contra su competidor, a cargo de ‘informadores’ que papalotean errores, pifias y corruptelas (hay algunos especialistas en esto que cínicamente hablan de mentir sin recato en las ‘campañas negras’, pero a esos no les hagamos caso, en México nunca ha pasado). Esto puede ser la mayor fortaleza del Frente contra doña Sheinbaum que tiene asuntos muy gordos sin aclarar que son públicos y sabidos.
Todo esto vale para las dos candidatas a la presidencia, sus respectivos equipos de campaña lo saben. Esto va apenas a empezar, ¡cierren las puertas!
